"Cláusula de sensatez"

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Manifestantes contra la reforma judicial en Israel cortan los trenes en Tel Aviv / Europa Press

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Este lunes el parlamento de Israel debe votar sobre una controvertida reforma judicial que ha sacado a decenas de miles de manifestantes a las calles. El sábado fueron más de medio millón de personas que se manifestaron contra esta propuesta de Netanyahu de frenar los poderes de los jueces. Los opositores temen que socave la democracia de Israel, mientras que los diputados comenzaron a discutir una parte crucial de la reforma y el presidente del país trata de buscar un acuerdo de consenso.

El presidente israelí, Isaac Herzog, ha confirmado este domingo que continúa con las gestiones para intentar lograr un acuerdo de consenso sobre la polémica reforma judicial que impulsa el Gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, y que ha provocado una espiral de multitudinarias protestas y movilizaciones de la oposición. Herzog ha informado que sigue trabajando "para explorar en profundidad las iniciativas de negociación para lograr un acuerdo entre las partes", según recoge el diario 'The Times of Israel'.

Propuesta de consenso

Este mismo domingo el secretario general de la principal confederación sindical israelí, Histadrut, Arnon-Bar David, y un representante de la patronal, Dubi Amitai, han presentado una "propuesta de compromiso". Pedimos a todos que apoyen de inmediato esta propuesta de compromiso por el futuro del país y para salvar a la sociedad israelí", han declarado David y Amitai en un comunicado conjunto.

La propuesta recoge que los tribunales no puedan tumbar las decisiones del Gobierno apelando a la "cláusula de sensatez", como pretende el Gobierno, siempre que se trate de "cuestiones de política" y que hayan sido aprobadas por unanimidad por el Consejo de Ministros. Además los jueces no podrían cuestionar los nombramientos de ministros ni viceministros. "Todas las demás decisiones de los ministros estarían sometidas a revisión judicial, también con el criterio de sensatez", han explicado. Estos cambios además no serían efectivos hasta la formación de gobierno tras unas próximas elecciones.

Rechazos

Con respecto al resto de aspectos de la reforma judicial, sindicatos y patronal proponen una moratoria de 18 meses en la que solo se podrían aprobar cambios legislativos con el apoyo de dos tercios de la Knesset o Parlamento israelí. El partido Likud de Netanyahu y los líderes del movimiento de protesta han manifestado ya su rechazo a la propuesta de Histadrut. Para el Likud supondría la "aceptación unilateral" de las posiciones de la oposición.

"Supone castrar totalmente la enmienda sobre la razonabilidad y es una concesión total en todos los demás aspectos de la reforma judicial", ha apuntado el Likud en un comunicado. "Seguimos con los esfuerzos para un compromiso de verdad", ha añadido. De hecho, este domingo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de 73 años, se encuentra hospitalizado. Se ha sometido a una cirugía para implantarle un marcapasos, días después de haber sido hospitalizado por un mareo.

Para el movimiento de protesta Kaplan no es aceptable la propuesta puesto que no cumple con su principal reivindicación: la retirada total de la reforma judicial. "Los acuerdos en los que Israel al final se convierta en una dictadura son incluso peores", han argumentado. Sin embargo, el líder de la oposición, Yair Lapid, ha criticado al Likud por rechazar la propuesta sindical y patronal. "No está claro quién ha decidido decir 'no', pero está más claro que nunca que los extremistas del Gobierno han decidido empujar al Estado de Israel hacia el abismo", ha apuntado.