La frontera con Melilla, más blindada un año después de la tragedia

El paso fronterizo de Barrio Chino, zona cero de la tragedia de Melilla, sigue intacto. Incluso, la valla que cedió, cuando decenas de personas la intentaron escalar en ese trágico intento de salto de hace un año, sigue sin reparar. En cambio, a pocos metros, las autoridades marroquíes están levantando una nueva valla, que se suma a las otras tres que separan ambos países. En los últimos años, también han cavado un foso en algunos puntos de la valla. Desde la tragedia del 24J, no se ha registrado ninguna nueva tentativa de salto. A los metros de alambre, se ha sumado una intensa presencia policial y militar que ha impedido cualquier otro intento de acercarse a la valla. 

Una marcha recuerda en la frontera de Melilla a las víctimas del 24J

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Los montes marroquíes que rodean la ciudad autónoma, y que año atrás servían de precario refugio para los refugiados y migrantes, están vacíos según aseguran varias organizaciones en defensa de los Derechos Humanos consultadas. “Podéis ir a verlo, no encontraréis a ningún migrante”, asegura también un funcionario de la población fronteriza de Beni Ensar. Los controles que hay en los accesos de la ciudad y las patrullas de la policía en esta zona boscosa, impiden que estas personas puedan establecerse.

Muchos de los supervivientes de la tragedia viven en Casablanca o Rabat, ciudades en las que el miedo a detenciones es menor y pueden encontrar algo de trabajo para seguir adelante o intentar de nuevo superar la frontera. La mayoría de ellos se sienten varados en el país, las posibilidades de llegar a Europa se han reducido y muchos no tienen acceso a ayudas. Ante el cerrojo impuesto a Melilla, algunos han intentado entrar a España por Ceuta, aunque el control policial también es intenso, según explican, y muchos son retenidos y trasladados a la fuerza a poblaciones a centenares de kilómetros de la frontera. 

Según los últimos datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hay cerca de 2.000 demandantes de asilo y refugiados procedentes de Sudán o los países fronterizos azotados por el conflicto. Aunque esta cifra podría ser mayor, porque muchos de ellos no han ido hasta las oficinas que esta organización tiene en Rabat para iniciar este trámite. No confían que les pueda ayudar a salir de su situación.

Solo una víctima enterrada

Adam es la única víctima mortal, de los 23 que murieron en la tragedia (según cifras oficiales) que ha sido enterrada. Fue posible gracias a que su hermano que vive en Londres pudo viajar a Nador. Las autoridades no le permitieron ver su cuerpo, y lo tuvo que identificar en fotografías. 

Los demás cuerpos todavía siguen en la morgue del hospital de la ciudad. Aunque la Asociación Marroquí por los Derechos Humanos (AMDH), ha logrado a las víctimas contactar con los familiares, estos no han podido desplazarse a Marruecos por problemas con el visado o la imposibilidad de sufragar el viaje. Además, en abril el conflicto en Sudán escaló y la guerra se ha expandido por todo el país. Según las organizaciones en defensa de los DDHH, la cifra de muertos puede superar la cuarentena y denuncian que todavía hay 76 desaparecidos. 

"Marcha por la justicia" en Melilla

Al otro lado de la valla, decenas de personas se han manifestado este sábado desde el centro de Melilla hasta el paso fronterizo de Barrio Chino para pedir justicia para las víctimas del 24J. Sani Ladan, portavoz de la convocatoria, ha pedido que se vuelva a abrir una investigación “que sea independiente, trasparente y exhaustiva”. “Creemos que la que llevó a cabo la fiscalía no fue suficiente y que se dejaron de lado muchas pruebas que hemos ido conociendo estos últimos meses”, ha defendido. Además, ha explicado que “las familias siguen sin tener noticias claras sobre lo que ocurrió el 24J con sus hijos”.

Un total de 300 organizaciones han firmado un manifiesto en el que denuncian que los supervivientes expulsados de forma ilegal eran, en su gran mayoría, personas sudanesas en busca de refugio, “un país inmerso en un conflicto armado que se ha ensañado durante años contra la población civil”, precisan. También argumentan que en los últimos cinco años, según datos del Ministerio del Interior, España ha concedido el 90 % de estatutos de protección internacional a las personas sudanesas que han conseguido llegar al país y lamentan que las personas que lograron pisar suelo español el 24J fueran expulsadas y no tuvieran la oportunidad de solicitar asilo.

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