La derecha argentina tiene su primer candidato a presidente para las elecciones de octubre

La derecha argentina está convencida de que volverá a gobernar en diciembre porque el peronismo, en el poder desde 2019, pagará en las urnas el precio de no haber atendido a los perdedores económicos y por sus dificultades para contener la inflación. Pero antes, debe decidir quién será su candidato a presidente. Hay varios aspirantes en carrera. El alcalde de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, decidió adelantarse a sus rivales en la primaria de agosto e hizo oficial su voluntad de liderar a ese espacio. Larreta sustituyó a Mauricio Macri en la administración de la capital argentina, en 2016. La gestionó casi ocho años y, como su antecesor, cree que es el momento de llegar al Ejecutivo nacional. En su presentación como candidato se ha presentado como alternativa frente a la polarización política entre simpatizantes de Cristina Fernández de Kirchner y el propio Macri, un antagonismo llamado por los medios "la grieta". Los que provocaron ese abismo son, a su criterio, "estafadores".

Larreta se fue al extremo austral del país para comunicar su buena nueva. "O terminamos con la grieta, o la grieta termina con la Argentina". Además, recordó en una publicidad especialmente divulgada en las redes sociales que en las últimas elecciones vencieron los supuestos "malos" o "buenos", en una velada alusión al kirchnerismo o del macrismo, del cual es arte y parte. Sin embargo, ninguna de esas alternativas ha frenado el declive de un país con un 40% de pobres. "Miramos la historia, ganaron unos y otros, y cada día estamos peor; por ese camino no va a funcionar. Tenemos que unirnos para dar la pelea contra los verdaderos enemigos: la inflación, inseguridad".

Nadie se ha sorprendido con la postulación del alcalde, de 57. Si bien su inicio político tuvo lugar en el peronismo, siguió la estela de Macri cuando el entonces presidente de Boca Juniors, el principal equipo de fútbol de Argentina, se lanzó a la política, compitiendo por el control de la ciudad de Buenos Aires. Larreta fue ahí su mano derecha y, más tarde, cuando Macri saltó a la presidencia, devino el garante del control del principal distrito político y financiero del país. Ahora, quiere seguir el camino de ascenso de su jefe partidario.

 "No se trata de ser Presidente, yo quiero ser un buen presidente. Y juntos terminar con el odio e iniciar el camino de la transformación que la Argentina necesita", dijo y añadió. "Es hora de animarnos a transformar el país para siempre", sostuvo.

Aliados y adversarios

Una reciente encuesta de la consultora Solmoirago muestra al alcalde como el mejor posicionado en su espacio y ganaría las primarias de la derecha en agosto.  Existen al menos otras dos aspirantes a representar a la derecha en las elecciones de octubre. La exministra de Seguridad de Macri, Patricia Bullrich, una adalid de la mano dura, y la exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. A la vez, no se descarta que el expresidente se lance finalmente a la búsqueda de una nueva oportunidad. De hecho, desde que abandonó el poder, en 2019, ha editado dos libros, Primer tiempo, cuyo título futbolístico sugiere la necesidad de terminar su partido personal con otro mandato y, luego, Para qué, una suerte de programa de acción de cara al futuro.

"No hay lugar para respuestas tibias ante la triste realidad que sufren los argentinos”, escribió Bullrich en Twitter, sin nombrar al alcalde. "Si Mauricio (Macri) es candidato yo no voy a competir", dijo por su parte Vidal. "Si él quisiera postularse, competir con él no es el camino que yo seguiría". El exmandatario tuvo palabras ambiguas. "Yo creo profundamente en la competencia. Creo que de la tensión que produce la voluntad de ganar, siempre salimos favorecidos", señaló sobre el anuncio de Larreta. "Los dirigentes del PRO se presentan ahora dispuestos a competir de forma transparente, para que sean los votantes quienes decidan quién será su representante. Como fundador del espacio, me siento orgulloso de esta energía. Confiemos en la competencia y en los ciudadanos", añadió. A diferencia de ellos, Larreta tiene mejor aceitadas las relaciones con la Unión Cívica Radical (UCR), un partido centenario de fuerte inserción en las provincias, y se ha acercado a los sectores evangélicos.

Nuevos desafíos

Tanto Larreta como sus potenciales competidores encuentran en la actualidad un escollo impensado hace dos años: el surgimiento de una facción de ultraderecha que seduce a parte de su electorado. El economista Javier Milei, el mejor emulo de Vox en Argentina, obtuvo el 14% de los votos en la ciudad de Buenos Aires en las parlamentarias de 2021 y ha acrecentado su popularidad entre los desencantados con los políticos tradicionales, a los que define como “la casta”.