Reacción de los populares

El PP se ve reforzado en su idea de que Sánchez buscaba "una operación de supervivencia política"

Pedro Sánchez decide seguir al frente del Gobierno y anuncia una "regeneración democrática"

Feijóo en acto de campaña en Lleida

Feijóo en acto de campaña en Lleida / Álex López

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La decisión de Pedro Sánchez de continuar como presidente del Gobierno ha dado la razón al PP, que desde el primer momento no se creyó la posibilidad de que pudiera dimitir. Solo este domingo Alberto Núñez Feijóo dejó algo de margen para su salida como jefe del Ejecutivo, pero para restar cualquier "épica" a esa opción que veía remota. "Es una operación de supervivencia política. Quiere movilizar a la gente e intimidar a jueces y periodistas", afirmó el líder del PP el jueves, menos de 24 horas después de que Sánchez diera a conocer que daba un frenazo para reflexionar durante cinco días sobre si presentaba su dimisión o no.

En el partido, la mayoría de los barones consultados desde el jueves daban por hecho que continuaría y no se creyeron el quiebro emocional que decía que sentía por el "acoso" a su mujer, Begoña Gómez, y la admisión a trámite de una denuncia por tráfico de influencias presentada por la organización ultra Manos Limpias. "Con lo que le ha costado llegar ahí y mantenerse, ¿cómo va a dejarlo?", se preguntaba uno que recordaba los pactos con EH Bildu y los independentistas catalanes. "Se envolverá en el traje de hombre de Estado, venderá su sacrificio, su dolor y su entrega y seguirá de presidente tan pancho", adivinaba otro el pasado viernes. En una de las baronías se advierte de que, tras este amago de dimisión, "la Moncloa" se verá con más capacidad de presionar a "todo aquel que le critique".

También en la dirección nacional insistían durante todo el fin de semana en defender la tesis de que se trataba de una "maniobra política" para "rearmarse electoralmente" y "sacar del foco" las informaciones que afectaban a su mujer, Begoña Gómez, para encarar el ciclo electoral. Ni siquiera la movilización en Ferraz hizo cambiar de idea a la cúpula conservadora, que además no vieron cumplidos los objetivos marcados por el PSOE: "Ni respaldo social generalizado, ni nada de eso más allá de la militancia socialista". En el entorno de Feijóo algunos llegaron a calificarlo de "pinchazo" teniendo en cuenta que el partido movilizó autobuses desde todos los puntos de España.

Lo que el PP lleva considerando estos días es que "decidiera lo que decidiera" a Sánchez "le pasará factura" la carta de la semana pasada, su desparación de la vida pública y los movimientos posteriores del PSOE. Los conservadores creen que el presidente, lejos de bajar la tensión política y social, "ha contribuido a la división y a la polarización", y creen que se ha evidenciado que se trata de un dirigente que actúa "siempre pensando en los cálculos políticos", incluso entre los suyos.

A partir de ahora, señalan altos cargos del partido, la "credibilidad" de Sánchez estará todavía más en cuestión. Un diputado considera que Feijóo acertó plenamente al denunciar el jueves que todo se trataba de un "espectáculo adolescente" de Sánchez. Otro agradece, con sorna, este "show" antes de unas elecciones catalanas que el PSC tenía muy de cara y de las europeas (el 9 de junio). Los conservadores consideran que estos últimos comicios, que tendrán carácter nacional, pondrán de manifiesto la debilidad política del PSOE y su líder. Si la victoria del PP es rotunda, los populares empezarán a exigir a Sánchez que convoque elecciones generales.