Pena capital

Irán ejecuta al primer condenado a muerte por tomar parte en las protestas

Las autoridades iranís acusaron a Mohsen Shekari de cortar una calle y herir con un cuchillo a un policía durante una manifestación

Móbil con la información del primer iraní ejecutado

Móbil con la información del primer iraní ejecutado / AFP

Adrià Rocha Cutiller

Adrià Rocha Cutiller

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Han trascendido pocos detalles del caso. Un día de finales de septiembre, el iraní Mohsen Shekari salió a unirse a las protestas que desde el día16 de ese mismo mes rugen por todo Irán; que en esa protesta, Shekari, supuestamente, quiso cortar una calle para que pudiese realizarse la manifestación; que llevaba un cuchillo y que, con él, hirió a un miliciano basiji, el cuerpo paramilitar que el Gobierno iraní usa para reprimir a los manifestantes.

Shekari, de quien se desconocen más detalles, fue detenido y condenado a pena de muerte el 29 de noviembre. Este jueves por la mañana ha sido ejecutado. Es el primer manifestante en esta ola de protestas a quien se ha aplicado la pena capital. A parte de él, hay otras 10 personas condenadas a muerte. Otra docena se enfrenta a procesos judiciales por unos supuestos crímenes que podrían acarrear la misma sentencia. 

Los cargos que el Gobierno imputa a los manifestantes son "perturbar el orden público, corrupción en la tierra, coordinación para cometer crímenes contra la seguridad nacional y declararle la guerra a Dios". En Irán, desde la Revolución de 1979, impera la 'sharía', la ley islámica. Desde ese año, Irán es una República Islámica cuyo líder es la máxima autoridad religiosa, el ayatolá Alí Jameneí.

Juicios "falsos"

"Estos juicios falsos han sido diseñados para intimidar a aquellos que participan en el levantamiento popular que se está llevando a cabo en todo Irán", ha dicho esta semana Amnistía Internacional (AI). "Las autoridades iranís deben acabar inmediatamente con todas las condenas a muerte, dejar de buscar la imposición de este tipo de penas y retirar todos los cargos contra aquellos que hayan sido detenidos por haber participado pacíficamente en las protestas", ha añadido la organización en un comunicado.

Dejando las condenas de lado, los números asustan. Según la organización de Derechos Humanos iraní HRANA -con sede en el extranjero-, hay cerca de 18.000 detenidos y más de 475 manifestantes muertos. De ellos, más de 50 serían menores de edad

La organización también asegura que cerca de 60 agentes habrían muerto intentando reprimir las protestas, que ante la brutalidad policial y de los basijis se convirtieron en violentas en noviembre. 

Cuatro meses de protestas

Esta ola de protestas, la tercera desde 2018 pero la más potente y extendida, empezó hace casi cuatro meses, con la muerte de la joven de 22 años Mahsa Aminí a manos de la policía de la moral. Aminí fue detenida en Teherán por este cuerpo policial por llevar su velo "incorrectamente". Los agentes, según explicó la familia de la joven, agredieron y pegaron a Aminí en el coche patrulla y en comisaría. En pocas horas, la chica entró en coma cerebral y murió tres días después

Su fallecimiento hizo levantar a las mujeres del país, que primero salieron a protestar en contra del velo obligatorio, pero que después impusieron una enmienda a la totalidad de la República Islámica. Ahora, los manifestantes claman por el fin del régimen de los ayatolás. 

Durante esta semana, Irán entera ha estado parada por una huelga general en las grandes ciudades del país. Este tipo de jornadas fueron habituales en el país persa durante la Revolución de 1979.

TEMAS