Guerra en Ucrania

La ONU denuncia que tanto rusos como ucranianos han violado los derechos de los detenidos

Los investigadores aplauden que Kiev permita hablar con los detenidos y la apertura de investigaciones

Mujeres liberadas por las fuerzas rusas en Zaporiyia, Ucrania

Mujeres liberadas por las fuerzas rusas en Zaporiyia, Ucrania / DMYTRO SMOLYENKO / ZUMA PRESS

Agencias

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La misión de la ONU que investiga las violaciones de Derechos Humanos en Ucrania constata que las dos partes en conflicto, la rusa y la ucraniana, han perpetrado abusos sobre los prisioneros en su poder, pese que existe una prohibición "absoluta" de torturas o malos tratos sobre detenidos, independientemente de que haya un conflicto armado.

La jefa de los investigadores, Matilda Bogner, ha hecho balance tras entrevistar a 175 presos retenidos por las autoridades ucranianas y otros 159 encarcelados por la parte rusa. En este último caso, las entrevistas se han realizado tras su liberación, generalmente a través de un intercambio de prisioneros, ya que sólo Kiev ha garantizado el "acceso confidencial" reclamado por los expertos.

En el caso de los prisioneros en manos rusas, la ONU ha constatado que tras el arresto se han producido palizas, robo de enseres personales y traslados en vehículos hacinados y sin acceso a baños. Los procedimientos de admisión en los centros donde permanecen recluidos son igualmente abusivos, hasta el punto de que al menos uno de los prisioneros falleció en este proceso.

"La gran mayoría de las personas a las que hemos entrevistado nos dijeron que, durante su reclusión, fueron torturadas y maltratadas", ha explicado Bogner, que da cuenta de las presiones en busca de información o por simple humillación. En la colonia penitenciaria de Olenivka, en la región de Donetsk, habrían muerto al menos ocho personas.

Abusos sistemáticos

Quemaduras, palizas, ejecuciones fingidas y violencia sexual figuran entre una lista de abusos sistemáticos, en un contexto que ya de por sí es "duro", ya que los prisioneros permanecen en celdas saturadas, sin apenas higiene y con graves carencias de alimentos y agua. Una de las víctimas ha señalado que milicianos prorrusos le daban descargas eléctricas en los genitales y en la nariz. "Lo hacían por simple diversión, sin estar interesados en mis respuestas a sus preguntas", explicó.

Los abusos también se extienden al bando ucraniano, con "denuncias creíbles" de ejecuciones sumarias al margen de operaciones de combate y "varios casos de torturas y malos tratos", entre los que se incluyen golpes, descargas eléctricas o traslados igualmente "humillantes", en palabras de la responsable de estas pesquisas.

La ONU sí establece diferencias entre los dos bandos ya que, al margen del acceso brindado a los investigadores, también ha podido confirmar que se han abierto procesos penales en Ucrania para examinar los presuntos avisos sobre prisioneros de guerra. "Esperamos progresos en estos casos", ha advertido Bogner.

Rendición de cuentas

No en vano, "la obligación fundamental de un Estado es tratar a todos los prisioneros de guerra de manera humana en todo momento, desde el mismo momento en que son capturados hasta su liberación y repatriación", tal como establecen las Convenciones de Ginebra que han suscrito tanto Rusia como Ucrania.

Bogner ha señalado además que "la prevención de la tortura pasa por garantizar que los observadores independientes tienen acceso a los detenidos" y ha abogado por garantizar en cualquier contexto, también en uno de guerra, la rendición de cuentas, ya que "es clave para disuadir y prevenir nuevas violaciones". "Ambas partes deben hacerlo de manera justa, rápida e imparcial", ha remarcado la jefa de investigadores.

Asimismo, los observadores han constatado que, en general, las violaciones de los derechos humanos han sido mayores en los periodos más agudos de las hostilidades, en particular en los primeros meses de la guerra, que empezó en febrero. Y aunque octubre fue el mes en el que se registró el menor número de bajas, las violaciones de los derechos humanos continúan, subrayó la jefa de la misión.