Irán ve "más cerca que nunca" reinstaurar el acuerdo nuclear con la comunidad internacional

“No podemos decir que haya un acuerdo, pero estamos más cerca de lo que jamás hemos estado antes”. Así se ha expresado un miembro de la delegación iraní, Mohamed Marandí, en las negociaciones nucleares que desde hace más de un año intentan revivir el acuerdo nuclear con Irán de 2015, que el anterior presidente estadounidense, Donald Trump, rompió en 2018.

Tras terminar con este acuerdo, EEUU impuso unas sanciones que destrozaron la economía persa e Irán, en represalia, empezó a enriquecer uranio camino a los niveles necesarios para crear una bomba nuclear. Pero con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca en 2021, las negociaciones para revivir el acuerdo empezaron. 

Ahora están más cerca que nunca de culminar. Este lunes la Unión Europea envió a Irán su oferta final de acuerdo, esperando una respuesta durante la madrugada siguiente. La respuesta llegó por la noche: “Hay diferencias en tres cuestiones, y Estados Unidos ha mostrado flexibilidad en dos de ellas, pero se deben incluir en el texto. La tercera cuestión está relacionada con las garantías del acuerdo”, ha asegurado la agencia de noticias oficial iraní, IRNA.

Líneas rojas

Las dos primeras cuestiones, según fuentes anónimas en las negociaciones, se refieren, por una parte a la garantía que busca Irán de que EEUU no abandone el acuerdo de nuevo, y por otro, a la necesidad de que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) detenga la investigación en curso de unas trazas de uranio que la organización encontró en un lugar del que Irán no había informado. 

“Podemos conseguir el acuerdo en los próximos días. Nosotros ya les hemos mostrado nuestras líneas rojas, y les hemos dicho que deben de ser respetadas. Ya hemos mostrado flexibilidad suficiente. No queremos llegar a un acuerdo que, tras 40 días, falle y no se haga efectivo sobre el terreno”, ha dicho este lunes el ministro de Exteriores iraní, Hosein Amirabdollahian.

Estudiando la respuesta iraní

Tras meses de parón en las negociaciones en Viena —en las que las delegaciones iraní y estadounidense no se han encontrado cara a cara—, la UE empezó a apretar para conseguir un acuerdo durante la pasada primavera, empujada, sobre todo, por la crisis energética que se avecina en Europa tras la guerra en Ucrania, las sanciones al petróleo ruso y la reticencia de Rusia de mandar gas a través de sus gasoductos hacia Europa. 

Irán, situado en la orilla norte del golfo Pérsico, es uno de los mayores productores de petróleo del mundo. Si el acuerdo reviviese, Irán podría empezar las exportaciones de crudo en pocos meses, sumando a la oferta mundial cientos de miles de barriles al día, según la Agencia de Energía Internacional.

“Por el momento, estamos estudiando [la respuesta iraní a nuestra última oferta], y estamos consultando nuestros próximos movimientos con los otros firmantes del acuerdo —Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia y China— y los Estados Unidos”, ha dicho este martes un portavoz de la UE, que se ha negado a dar una fecha estimada de respuesta.

Washington, sus autoridades, han sido más directas. “Hay cuestiones extravagantes que los iraníes han puesto sobre la mesa que no tienen nada que ver con el acuerdo. Cada vez hacen lo mismo, y nosotros hemos sido muy claros en que el acuerdo es sobre una cuestión y solo esa: es sobre el programa nuclear de Irán. Y nosotros estamos listos para negociar solamente sobre ello”, ha dicho este martes Ned Price, el portavoz del departamento de Estado de Estados Unidos. 

“La única forma de materializar una vuelta fructífera al acuerdo es que Irán abandone sus demandas inaceptables. Si Irán quiere que las sanciones contra ellos sean levantadas, deben de cambiar su conducta, cambiar las acciones peligrosas que llevaron primeramente a estas sanciones”, ha continuado Price, que no ha especificado ni las demandas ni conductas iranís, aunque los expertos consideran que el portavoz estadounidense se refiere a la demanda de Irán de que Estados Unidos retire a la Guardia Revolucionaria iraní de su lista de organizaciones terroristas. 

La Guardia Revolucionaria es la rama del Ejército iraní con más poder e influencia en el país, y la encargada de llevar las acciones militares iranís en el extranjero.