Obituario

Muere Frederik de Klerk, el último presidente del 'apartheid' en Sudáfrica

El expolítico fue diagnosticado el pasado mes de marzo con mesotelioma, una grave variedad de cáncer

Frederik Willem de Klerk

Frederik Willem de Klerk / AFP / GIANLUIGI GUERCIA

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El expresidente sudafricano Frederik Willem de Klerk, último jefe del Ejecutivo durante el 'apartheid' y figura fundamental en la abolición del sistema racista del país y en su transición democrática, falleció este jueves a los 85 años. "El expresidente F.W. de Klerk murió en paz en su hogar en Fresnaye (un suburbio de Ciudad del Cabo, en el suroeste de Sudáfrica) esta mañana, después de su lucha contra un cáncer mesotelioma", señaló la fundación homónima en un comunicado.

El que fuera el último presidente blanco de Sudáfrica fue diagnosticado el pasado mes de marzo de esta enfermedad, una variedad de cáncer que afecta directamente al mesotelio, el tejido que recubre los pulmones, el estómago, el corazón y otros órganos.

De Klerk, presidente entre 1989 y 1994, fue el dirigente que abrió la puerta al desmantelamiento del régimen segregacionista del 'apartheid' en 1990, en un escenario de gran presión internacional y solo después de más de cuatro décadas de opresión total para la mayoría "no blanca" del país.

Durante su último mandato, tomó la decisión de excarcelar a Nelson Mandela, quien posteriormente lograría la presidencia en las primeras elecciones democráticas multiraciales de la historia del país, celebradas en abril de 1994.

Tras los comicios, Mandela nombró a De Klerk como su vicepresidente y posteriormente, ambos fueron galardonados con el Premio Nobel de la Paz por su labor en la lucha contra el apartheid y los derechos de los negros en Sudáfrica.

De segregacionista a verdugo del apartheid

El exjefe del Ejecutivo sudafricano comenzó su carrera parlamentaria en 1972 como miembro del Partido Nacional, una organización política de carácter conservador segregacionista, y fue durante varios años ministro de Educación, que dedicaba por aquel entonces 10 veces más tiempo a los estudiantes blancos que a los negros. Años después, en 1989, accedió a la presidencia del Gobierno tras desplazar por medio de estrategias políticas a su predecesor, el también miembro del Partido Nacional Pierre Willem Boha.

El ascenso de De Klerk fue visto como una consolidación del dominio blanco y amenazó con intensificar el feroz conflicto racial que ya había acabado con la vida de más de 20.000 negros. "Nada en su pasado parecía atisbar un ápice de reformismo", escribió Mandela en su biografía, 'El largo camino a la libertad'.

Pero contra todo pronóstico, De Klerk dio un giro radical en su política al excarcelar a Mandela y convocar las primeras elecciones en la historia de Sudáfrica en las que negros y blancos votarían en igualdad de condiciones. "Es tiempo de que salgamos del ciclo de violencia y nos abramos camino hacia la paz y la reconciliación. La mayoría silenciosa lo ansía", declaró en un histórico discurso pronunciado el 2 de febrero de 1990. Su legado, no obstante, es todavía muy controvertido en el país austral, donde el legado del 'apartheid' continúa aún muy presente en forma de grandes desigualdades socioeconómicas.