Reunión de alto nivel

Biden y Putin desbrozan en Ginebra el camino de un incierto y complicado diálogo

Los líderes de Estados Unidos y Rusia acuerdan iniciar conversaciones para reducir los arsenales nucleares y limitar los ciberataques contra infraestructuras esenciales

El líder de la Casa Blanca evoca los derechos humanos en Rusia y advierte a su homólogo que las consecuencias serían "devastadoras" si el opositor Navalni muere en prisión

Biden le dice a Putin que es mejor verse a "cara a cara"

Biden le dice a Putin que es mejor verse a "cara a cara". /

Marc Marginedas

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Joe Biden y Vladímir Putin han desbrozado este miércoles en Ginebra el camino para desarrollar, durante los próximos meses, un incierto y complicado diálogo, cuyos resultados solo podrán certificarse con el paso del tiempo. Sin gestos de complicidad o camaradería, en una atmósfera de protocolo y pragmatismo, ambos mandatarios se han comprometido a iniciar conversaciones sectoriales acerca de desarme, prevención de un conflicto nuclear y ciberseguridad, las cuestiones donde precisamente la cooperación entre ambos países se presentaba como más factible. Pese a las protestas del Kremlin, durante las discusiones el líder de la Casa Blanca ha evocado el estado de los derechos humanos en Rusia, llegando a advertir a su homólogo ruso de que, en el caso de que el opositor Alekséi Navalni muera en prisión, las consecuencias para su país serían "devastadoras".

La corta duración de la cumbre -poco más de tres horas, mucho menos de lo que había anticipado los portavoces de la Casa Blanca- ha hecho pensar en un primer momento a los observadores que ésta había descarrilado, o cuando menos encallado, una impresión que se ha disipado en cuanto ha arrancado la rueda de prensa de Putin. El líder del Kremlin ha calificado el diálogo de "constructivo" y carente de "hostilidad", con ambos dirigentes hablando "el mismo lenguaje". Ha llegado incluso a tildar a su interlocutor estadounidense de persona "equilibrada", "experimentada" y "con valores", palabras que en el vocabulario del mandatario ruso llevan implícitas unas dosis de respeto que en el pasado nunca mostró hacia algunos de los antecesores de Biden en el cargo.

Preguntado acerca de si la reunión marcaría el inicio del restablecimiento de la confianza mutua, el líder del Kremlin se ha encogido de hombros: "es difícil saber", pero existe "una brizna de esperanza". En un tono similar, durante su turno con los representantes de los medios de comunicación, Biden ha calificado de "bueno" y "positivo" el desarrollo de los debates, asegurado que existía una "genuina posibilidad" para la mejora de las relaciones. "Esto no va de confianza; esto va de interés propio y de la verificación del interés propio", ha destacado.

El inicio de conversaciones para el control y la reducción de armamentos constituye el principal logro tangible de la cumbre de Ginebra. En un comunicado conjunto, ambas partes se han reafirmado en el principio del "control de las armas atómicas" y en la idea de que nunca debe estallar "una guerra nuclear" en la que "no se impondría" ninguno de los contendientes. Y para ello, se han comprometido a iniciar en los próximos meses un diálogo bilateral estratégico para "establecer las bases de futuras limitaciones de armamentos" y "medidas de reducción". "Incluso en periodos de tensión podemos hacer progresos en nuestros objetivos de garantizar la predecibilidad en la esfera estratégica y reducir el riesgo de los conflictos armados", ha concluido el texto.

La ciberseguridad, de gran relevancia

Durante las discusiones, todo lo relacionado con la ciberseguridad ha adquirido especial relevancia, después de que varios ataques originados por redes de piratas y criminales informáticos radicados en territorio ruso provocaran graves trastornos en una red de oleoductos y en un gigante proveedor de carne en EEUU. Biden ha entregado a su homólogo ruso una lista con 16 infraestructuras críticas que deberían permanecer al abrigo de cualquier agresión, y se ha mostrado dispuesto a adoptar represalias contra Rusia en caso de que no se respete dicha linea roja. "Putin sabe que tenemos una cibercapacidad muy grande", ha asegurado en tono de advertencia. Putin, por su parte, se ha mostrado dispuesto a "iniciar consultas" con la parte norteamericana, recriminando a Washington la falta de respuesta ante ataques similares vividos en su territorio.

Como colofón al capítulo de logros en la ciudad suiza, ambos líderes han acordado el regreso de los respectivos embajadores en Moscú y Washington, un tema técnico que estaba generando dificultades en el día a día de las relaciones bilaterales.

Haciendo caso omiso de las advertencias del Kremlin durante los últimos días, Biden ha hablado del trato que recibe la oposición en Rusia, un tema en el que Moscú se había mostrado intratable ya que lo considera una injerencia en sus asuntos internos. Según el presidente norteamericano, las cuestiones referentes al respeto de los derechos humanos forman parte de la "esencia" de EEUU como país, y un presidente estadounidense no puede abstraerse de ellas.

Preguntado por los periodistas acerca de la reacción de Washington en el caso de que el opositor Alekséi Navalni muriera en prisión, el líder norteamericano tampoco se ha mordido la lengua, y ha asegurado que si ello sucediera, las consecuencias para Rusia serían "devastadoras". El presidente ruso, por su parte, ha rebatido las numerosas cuestiones al respecto que le han formulado los periodistas norteamericanos con el argumento de que EEUU no estaba en disposición de dar lecciones de moral a nadie, al tiempo que ha acusado a Navalni de violar "deliberadamente" la ley.

Reunión de Joe Biden y Vladimir Putin en Ginebra

Reunión de Joe Biden y Vladimir Putin en Ginebra. /

La esperada cumbre de Ginebra ha dado comienzo poco después de las 13.00 horas en medio de un calor asfixiante, con temperaturas que llegaron a superar los 30 grados. Tras darse la mano en la entrada de Villa la Grange, la mansión del siglo XVIII sita en la orilla sur del lago Leman donde tuvo lugar la cita, ambos dirigentes han intercambiado ante los reporteros gráficos buenos deseos en una atmósfera muy diferente a la que presidió los encuentros que mantuvo el líder del Kremlin con Donald Trump, el predecesor de Biden en la Casa Blanca, en los que los dos protagonistas no parecían tener reparos en airear su conexión personal.

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