Cumbre de la OTAN

Sánchez salva su minicita con Biden al lograr la cumbre de la OTAN en 2022

La Alianza Atlántica confirma que la cumbre de líderes del próximo año se celebrará en España, en Madrid

El encuentro entre el presidente del Gobierno y su homólogo de Estados Unidos se queda en un paseo de menos de un minuto

La reunión de Pedro Sánchez y Joe Biden se limita a un breve encuentro en la cumbre de la OTAN.

Silvia Martinez

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Se había creado muchísima expectación en torno a la primera entrevista que debían mantener el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el de Estados Unidos, Joe Biden, este lunes en Bruselas. Finalmente, este primer contacto, en los márgenes de la cumbre de líderes de la Alianza Atlántica, no duró ni un minuto. Lo que tardaron los dos dirigentes en recorrer la distancia que separaba el lugar de la foto de familia de la sala de reuniones. Aun así, Sánchez logró salvar el fiasco con un compromiso firme de los aliados que ya se esperaba: la próxima cumbre de líderes de la OTAN en 2022 se celebrará en Madrid.

Nada más terminar de hacerse la tradicional fotografía, Sánchez se acercaba a Biden para charlar por primera vez con el presidente de Estados Unidos, instalado en la Casa Blanca desde el pasado 20 de enero. El objetivo, según fuentes de la Moncloa, era “saludarse, conocerse personalmente y establecer un primer contacto”. Un primer intercambio que se ha prologado algo más de medio minuto. “No tengo un cronómetro pero ha sido un poco más de esos [20] segundos. Hemos tenido una breve conversación y después un paseo porque nos lo pedían los servicios de la OTAN”, explicó el propio Sánchez posteriormente, quitando hierro a la brevedad e informalidad de la reunión.

Es más, según el presidente del Gobierno, durante este breve paseo le dio tiempo de hablar de “reforzar los lazos militares” y “actualizar el acuerdo bilateral de defensa”, que España secunda, de la situación en Latinoamérica, y el problema migratorio. “Le he trasladado mi preocupación sobre la situación migratoria y la pandemia en esa región” y “le he felicitado por la agenda progresista que ha puesto en marcha”, añadió Sánchez sobre lo que definió como “una primera toma de contacto” tras la cual esperan seguir en contacto y colaborando.

“Desde Moncloa siempre se ha hablado de encuentro, nunca se había empleado la palabra reunión ni la idea de encuentro bilateral, que tiene otras implicaciones diplomáticas. Era para saludarse, conocerse y dar una imagen que pudiera quedar reflejada gráficamente, como ha sido”, relataron fuentes de la Moncloa ante las grandes expectativas creadas la semana pasada por el propio Gobierno de cara a una cumbre con un estricto protocolo y con las reuniones tasadas y medidas.

Aun así, Sánchez sí mantuvo un encuentro formal, por ejemplo, con el primer ministro, Boris Johnson, en la sede de la delegación británica en la OTAN y acompañados de las ministra de defensa, Margarita Robles, y de exteriores, Arancha González Laya. Durante esta cita, abordaron "la necesidad de seguir reforzando las relaciones bilaterales, profundizando en áreas como seguridad y defensa e impulsar el acuerdo entre España y Reino Unido en lo relativo a Gibraltar", anunció el propio presidente en las redes sociales. También hablaron sobre el covid-19 y la campaña de vacunación.

Papel de España

Pese al patinazo del encuentro con Biden, Sánchez se lleva de Bruselas el compromiso de la Alianza Atlántica de celebrar la cumbre de líderes de 2022 en Madrid. Un anuncio que realizaron Sánchez y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, durante una rueda de prensa conjunta. La cita coincidirá con el 40 aniversario de la adhesión de España a la OTAN. “Es un mensaje fuerte de que reconocemos el papel importante de España en nuestra alianza”, dijo el noruego, que eludió pronunciarse sobre la crisis entre España y Marruecos.

“No será una cumbre más. En Madrid definiremos la estrategia de la OTAN para 2030 y eso muestra el compromiso y la confianza de los aliados”, destacó Sánchez sobre una cita en la que aprobarán también el nuevo concepto estratégico de la OTAN. La idea de celebrar en España una cumbre no es nueva. Sánchez, según fuentes del Ejecutivo, empezó a trabajar en la idea cuando llegó al Gobierno.

En mayo de 2020, Laya pidió la celebración en España de una reunión de ministros de la Alianza, pero conseguido el objetivo se pensó en dar un paso más. La ministra se lo planteó a Stoltenberg en julio, en el homenaje a las víctimas del covid en Madrid al que él acudió. El secretario general de la OTAN animó al Ejecutivo a demandar la cita. El presidente Sánchez la formalizó en diciembre, tras la victoria de Biden, con una carta a Stoltenberg. En la reunión ministerial de marzo de 2021 ya se da por cerrado que España tendrá la cumbre. Así será. Madrid acogerá la cita con los jefes de Estado y de Gobierno y Lituania, el encuentro de ministros, informa Juanma Romero. Ahora queda por fijar la fecha exacta, que se negociará con los socios y con EEUU. La anterior se celebró en España en julio de 1997.

El viaje de Sánchez a Bruselas se produjo justo después de un fin de semana en el que el líder socialista cogió oxígeno de cara a acometer los indultos de los presos del 'procés'. Una marcha de Colón menos concurrida que en 2019 y la victoria de Juan Espadas sobre Susana Díaz en Andalucía insuflan fuerza a Moncloa. Pero a un domingo bien rematado le sucedió un lunes marcado por el no encuentro con Biden.

Crisis con Marruecos

Desde el Ejecutivo se ha venido subrayando que las relaciones con Washington son buenas. La breve charla se produjo en plena crisis diplomática con Marruecos, después de que más de 10.000 personas, 2.000 de ellas menores, entraran el 17 y 18 de mayo en Ceuta de forma irregular ante la pasividad de las fuerzas de seguridad marroquíes.

Este hecho causó la condena esta semana del Parlamento Europeo por el "uso de menores" por parte marroquí para presionar a un Estado, en una resolución aprobada por la Eurocámara que Marruecos ha enmarcado en un intento de España de "europeizar" una crisis bilateral que tiene como germen el asunto del Sáhara Occidental.