NUEVO CASO DE ABUSO POLICIAL

Macron da marcha atrás a la polémica ley de seguridad

Captura del vídeo en el que se ve a los policías agrediendo a Michel Zecler.

Captura del vídeo en el que se ve a los policías agrediendo a Michel Zecler. / periodico

Irene Casado Sánchez

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Sumido en una nueva crisis política y social, el Gobierno de Emmanuel Macron da marcha atrás: el polémico artículo 24 del proyecto de "seguridad global" -que prevé prohibir la grabación y difusión de imágenes de las fuerzas del orden durante sus operaciones- será reescrito. Su principal promotor y firme defensor de las fuerzas del orden, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, fue interrogado este lunes por la Comisión de Leyes de la Asamblea Nacional sobre los diferentes casos de violencia policial acaecidos en los últimos días.

Actos incalificables fueron cometidos por aquellos que portan el uniforme de la República, [como ocurrió en] el distrito 17 de París […] estas personas han sido suspendidas […] se está llevando a cabo una investigación judicial y me alegro de ello”, comentó Darmanin ante la comisión parlamentaria, haciendo referencia a los cuatro policías involucrados en la paliza propinada a un productor de música negro en París. Los agentes han sido inculpados y dos de ellos encarcelados en el marco de las diligencias abiertas por este nuevo caso de brutalidad policial.

Acusado de respaldar al ala más extremista de las fuerzas del orden y contribuir a su deriva autoritaria, el ministro del Interior rechazó cualquier problema sistémico valiéndose de la responsabilidad individual de los agentes: “los individuos no son el todo […] no soporto y no soportaré que se menoscabe la institución, la de la Policía Nacional y de la Gendarmería que hacen un trabajo admirable”, lanzó el ministro del Interior antes de recordar que 98 agentes resultaron heridos este sábado durante la jornada de protesta nacional contra el proyecto de ley de “seguridad global”.

Para el ministro del Interior, los excesos policiales estarían ligados a la falta de equipamiento y a la escasa formación de las fuerzas del orden: “ser policía por la noche, en barrios difíciles, en situaciones difíciles, requiere más formación inicial. Esto es lo que propuse al presidente de la República esta misma tarde”.

En efecto, horas antes, Emmanuel Macron recibió en el Palacio del Elíseo a un pequeño comité gubernamental para abordar la crisis política provocada por la violencia policial y la controvertida ley de “seguridad global”. Tras el encuentro, Christophe Castaner, líder del grupo parlamentario de La République en Marche, anunció “una nueva escritura completa” del artículo 24 del proyecto legislativo. “No es ni una retirada ni una suspensión, sino una completa reescritura del texto”, insistió.

Terreno periodístico

En su estado actual, la norma permitiría multar la grabación y difusión de imágenes de los agentes durante una operación policial, siempre y cuando se pruebe que su publicación tuvo como objetivo "dañar la integridad física o psíquica” de los policías y gendarmes. Ante la ambigüedad del texto, periodistas y defensores de los derechos humanos acusan al Gobierno de arremeter contra la libertad de prensa y la libertad de expresión. Para el ministro del Interior, estas críticas carecerían de sentido: "la protección de la policía y la protección de la libertad de prensa no compiten entre sí, sino que se complementan", aseguró a los parlamentarios.

Sea como fuere, las críticas van más allá del terreno periodístico. La violenta evacuación de un campamento de refugiados en la Plaza de la República de París y la paliza propinada al productor de música negro en la capital, ambos sucesos documentados gracias a diferentes grabaciones y condenados gracias a su difusión, han puesto en evidencia los riesgos ligados a la eventual normativa. En este contexto de tensión e indignación popular, más de 130.000 personas se manifestaron este sábado, según el Ministerio del Interior, y más de 500.000 según los organizadores, contra la ley de “seguridad global” y su artículo 24.