EL FUTURO GOBIERNO DEMÓCRATA

Biden recupera el multilateralismo con sus nombramientos en política exterior

Biden elige a su exasesor Antony Blinken como secretario de Estado

Biden elige a su exasesor Antony Blinken como secretario de Estado. / periodico

Ricardo Mir de Francia

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Tras los últimos cuatro años de nacionalismo unilateralista, desconfianza en las instituciones internacionales y rechazo del intervencionismo en el extranjero, la diplomacia de Estados Unidos se prepara para recuperar pronto sus esencias más tradicionales. El nuevo presidente electo, Joe Biden, anunciará esta semana el nombramiento de Anthony Blinken como secretario de Estado, según ha confirmado su campaña. Blinken, de 58 años, es un convencido partidario del multilateralismo, bregado en los pasillos de la diplomacia y con más nombre en las cancillerías extranjeras que entre el gran público estadounidense. También está muy vinculado a Biden desde hace dos décadas, uno de los denominadores comunes del equipo de Gobierno que está conformando el demócrata para tomar las riendas del país el próximo 20 de enero.  

Biden se dispone a oficializar sus primeros nombramientos este mismo martes, a pesar de que la transición sigue bloqueada por rechazo de Donald Trump a reconocer su derrota y facilitar el desembarco en la Administración de sus nuevos gestores. Esa actitud ha impedido hasta ahora que el equipo del presidente electo pueda recibir informes clasificados, pagar salarios o instalarse en las dependencias gubernamentales. Un cúmulo de trabas que presenta “riesgos para la seguridad nacional”, según han denunciado este lunes un centenar de exaltos cargos republicanos de la seguridad. En el manifiesto instan a sus correligionarios en el Congreso a pedirle públicamente a Trump que “cese su asalto antidemocrático contra la integridad de las elecciones presidenciales”. 

Biden no está esperando a que se despejen los obstáculos para mover ficha. Además de Blinken, que es judío e hijastro de un superviviente del Holocausto, se dispone a nombrar a Jake Sullivan como asesor de Seguridad Nacional, un hombre muy cercano a Hillary Clinton. Sullivan trabajó a su lado en el Departamento de Estado como director de planificación política, y fue asesor de Biden en seguridad nacional durante su etapa como vicepresidente. En esa época desempeñó un papel importante en las negociaciones secretas que alumbraron el acuerdo nuclear con Irán. Un pacto que el presidente electo pretende relanzar tras la ruptura pilotada por Trump, que ha dejado vía libre al régimen de los ayatolás para incrementar su producción de uranio enriquecido. 

Devolver la confianza

También se ha dado a conocer el nombre de la próxima embajadora ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfeld, una diplomática negra de 68 años muy respetada en el Departamento de Estado, donde trabaja desde hace más de tres décadas. Thomas-Greenfield ha sido embajadora en Liberia, Kenia o Pakistán, así como responsable de la cartera africana durante el mandato de Barack Obama y se espera de que trate de devolver la confianza al cuerpo diplomático de EE UU, maltratado por las purgas políticas de Trump y los gestos de desconsideración del todavía canciller Mike Pompeo.  

Esos nombres auguran un cambio tanto en las formas como en el fondo de la política exterior. Biden quiere darle un papel prominente en su Administración con el fin de reinsertar a su país en las instituciones internacionales, buscar consensos ante los grandes desafíos globales y reinstaurar la cooperación con sus aliados tradicionales. Particularmente con Europa, a la que Trump ha castigado con continuos desplantes y guerras arancelarias. Europa “debe ser nuestra primera opción, no el último resorte a la hora de hacer frente a los desafíos que enfrentamos”, dijo el año pasado Blinken durante una conferencia en Washington. El próximo canciller conoce bien el continente, tras pasar parte de su juventud en París y ocuparse de esa misma cartera en el Consejo de Seguridad Nacional de Bill Clinton.

Reflejar la diversidad

Tiene también fama de centrista, con cierta inclinación hacia el intervencionismo, la misma que Biden, que apoyó la guerra de Irak y propuso más tarde partir el país en tres regiones autónomas: una kurda, una suní y otra chií.

En esta transición, el demócrata se comprometió además a conformar una Administración que refleje la diversidad del país y está cumpliendo. Su campaña ha confirmado que el Departamento de Seguridad Interior estará liderado por primera vez por un latino, el cubano-americano Alejandro Mayorcas; lo mismo sucederá en la Dirección Nacional de Inteligencia, que quedará primera vez a cargo de una mujer, Avril Haines

Como zar frente al cambio climático, nombrará al exsecretario de Estado, John Kerry, quien ya negoció el Acuerdo del Clima de París, antes de convertirse en uno de los escuderos de Biden en su reciente campaña electoral. También es muy conocida su futura secretaria del Tesoro, un cargo que recaerá en Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal durante el segundo mandato de Obama, según ha adelantado 'The Wall Street Journal'. Economista neokeynesiana, bien vista por el ala más progresista del partido, Yellen podría convertirse en la primera mujer en dirigir el Tesoro en 231 años de historia.