La extrema derecha conquista Perpinyà

Louis Aliot, ex número dos de Reagrupación Nacional, logra en la ciudad catalana el mayor triunfo del partido de Le Pen desde 1995

Louis Aliot, candidato apoyado por Reagrupación Nacional para las municipales de Perpinyà, en la sede de su campaña.

Louis Aliot, candidato apoyado por Reagrupación Nacional para las municipales de Perpinyà, en la sede de su campaña. / periodico

Eva Cantón

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Louis Aliot, ex número dos de Reagrupación Nacional, el antiguo Frente Nacional francés, le ha dado al partido ultraderechista su mayor triunfo desde 1995 al conquistar por primera vez un municipio de más de 100.000 habitantes. El diputado de 50 años y ex pareja sentimental de Marine Le Pen, desbanca de la alcaldía de Perpinyà al conservador Jean-Marc Pujol, de 71 años.

Según una estimación de Ipsos/Sopra Steria, Aliot, que concurría sin etiqueta, ha logrado con el 52,7% de los votos arrancar a la derecha un bastión que mantenía desde hace seis décadas.

Consigue además romper el famoso frente republicano que le impide a la formación ultraderechista llegar al poder en numerosos municipios y aumentar su base electoral más allá de sus feudos tradicionales del norte y de la costa azul. Sin embargo, su victoria no deja de ser un premio de consolación para ocultar el serio revés que encaja el partido de Le Pen a escala nacional si se comparan los resultados con 2014.

La mitad de concejales

Reagrupación Nacional ha presentado 200 candidatos menos que hace seis años y el pasado marzo rozó el 10% de los votos, 5 puntos por debajo que en las anteriores municipales.

Siete de los once alcaldes que tiene el antiguo Frente Nacional han revalidado su mandato, pero ahora en los consistorios se sentarán probablemente la mitad de los concejales que hace seis años. Eso no quiere decir, sin embargo, que Le Pen pierda puntos para enfrentarse a Macron en la contienda presidencial del 2022.

En las municipales, la escasa participación ha jugado en su contra. Según el Instituto Ifop, el 61% de los simpatizantes de Le Pen se quedó en casa el pasado 15 de marzo, primera vuelta de unas elecciones celebradas en medio de una pandemia de coronavirus que atemorizó a muchos votantes. La presidenta del partido, que durante la campaña había prometido inundar el país de ediles, ha llegado a acusar al Gobierno de fomentar una abstención masiva para falsear las elecciones.