BONIFICACIÓN

Los sanitarios franceses tendrán una paga extra de entre 500 y 1.500 euros

El Gobierno aprueba una ayuda de urgencia para 4 millones de hogares con escasos recursos

La avenida Champs-Élysées, en París, completamente vacía este sábado.

La avenida Champs-Élysées, en París, completamente vacía este sábado. / periodico

Eva Cantón

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El primer ministro francés, Edouard Philippe, ha anunciado este miércoles que el personal sanitario de los departamentos más afectados por la epidemia de coronavirus recibirá una prima excepcional de 1.500 euros netos y de 500 euros en el caso de los que trabajan en zonas menos impactadas. Las horas extraordinarias se pagarán el doble.

Los funcionarios que siguen en activo durante el confinamiento serán gratificados con una prima de 1.000 euros. Además, el próximo 15 de mayo se otorgará de manera automática una ayuda de urgencia de 150 euros a unos 4 millones de hogares con escasos recursos, una medida que había prometido Emmanuel Macron este lunes.

Para incluir el impacto económico de prolongar el confinamiento hasta el 11 de mayo, el Gobierno ha incrementado la dotación de su último plan de urgencia -elaborado a mediados de marzo- desde los 45.000 hasta los 110.000 millones de euros.

El fondo de solidaridad para apoyar a pymes tendrá una financiación de 7.000 millones y el Estado podrá  inyectar hasta 20.000 millones de euros en el capital de empresas en apuros. Se han presupuestado también 8.000 millones de euros para el gasto extraordinario del Ministerio de Sanidad, la mitad de esta cantidad para comprar mascarillas.

Salvaguardar y relanzar

"La crisis exige respuestas a la altura del shock que sufrimos", ha declarado Philippe al término del Consejo de Ministros en el que se ha dado luz verde al paquete de medidas. Los ertes puestos en marcha por las empresas que se han visto obligadas a frenar la actividad, y que afectan a 8,5 millones de trabajadores, le costarán al Estado francés 24.000 millones de euros. "El objetivo hoy es salvaguardar, mañana será relanzar", ha incidido el primer ministro.

Desde el 1 de marzo, el covid-19 ha causado 15.729 muertos en Francia. Según el ministro de Sanidad, Olivier Véran, la curva de la epidemia ha alcanzado una meseta, lo que provoca todavía la saturación de los servicios hospitalarios.

Incluso cuando empiece la etapa de una salida progresiva del confinamiento, el próximo 11 de mayo, habrá unos 18 millones de personas con riesgo de desarrollar una forma grave de coronavirus que deberán seguir aislados al menos hasta que haya un tratamiento preventivo, ha explicado en el Senado el presidente del comité científico asesor del Gobierno, Jean François Delfraissy.

Las personas mayores de 65 o 70 años, quienes padezcan enfermedades crónicas, los jóvenes con patologías o los obesos entran, según Delfraissy, en la categoría de grupo de riesgo. Para el resto de la población, la vuelta a una relativa normalidad sólo será posible si se dan determinadas condiciones, entre ellas tener test de diagnóstico suficientes y un sistema de trazabilidad de los contactos de los nuevos casos identificados.

Aunque la propagación del virus se ralentiza, se calcula que a mediados o finales de mayo habrá entre 10.000 y 15.000 nuevos infectados. El experto subraya que será imprescindible anunciar a los ciudadanos una estrategia clara, sobre todo en lo que se refiere a la cuarentena de los nuevos casos positivos.

Inquietud de los profesores

Emmanuel Macron apuesta por una reapertura progresiva de guarderías y centros educativos de primaria y secundaria a partir del 11 de mayo, pero hay muchas dudas sobre la posibilidad real de llevar a la práctica tal medida y los profesores temen que no sea una buena idea desde el punto de vista sanitario.

Aunque el Gobierno aún no ha presentado un plan detallado, se sabe que no todos los alumnos volverán a clase en mayo. Será de forma escalonada, según la región, la edad y la situación socioeconómica de las familias. Además, en las aulas habrá un máximo de diez escolares e incluso menos en el caso de las aulas de infantil.

El presidente francés defiende el regreso a las aulas sobre todo de los alumnos de clases desfavorecidas con un serio riesgo de fracaso escolar al carecer de medios tecnológicos para seguir las clases on line. Si el confinamiento es duro para todos lo es todavía más para chavales de barrios pobres que viven en pisos pequeños y sin recursos.

Además de no ahondar las desigualdades ligadas a la brecha digital, un segundo motivo para reabrir los colegios tiene que ver con la recuperación gradual de la actividad económica. Si los padres no tienen con quién dejar a sus hijos difícilmente podrán volver a trabajar.

“Es demasiado pronto para saber si será posible volver a clase el 11 de mayo en condiciones aceptables”, ha alertado el secretario general del sindicato de inspectores de enseñanza, Paul Devin, dando a entender que los profesores podrían alegar que corren un riesgo considerable para rechazar acudir a su puesto de trabajo.