REINO UNIDO

Irlanda del Norte retoma el gobierno local tras tres años de bloqueo político

El Partido Unionista Democrático y el Sinn Féin pactan volver a compartir el poder y acabar con la parálisis que amenazaba los acuerdos de paz del Viernes Santo

El Parlamento de Stormont, en Belfast.

El Parlamento de Stormont, en Belfast. / periodico

Begoña Arce

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Irlanda del Norte volverá a tener gobierno propio después de tres años de suspensión de la Asamblea de Stormont. Las dos principales formaciones norilandesas, el Partido Unionista Democrático (DUP) y el Sinn Féin, han acordado este viernes volver a compartir el poder y acabar con la parálisis política que amenazaba los acuerdos de paz de Viernes Santo.

Unionistas y republicanos han respaldado el borrador del acuerdo presentado el jueves por los gobiernos del Reino Unido y la República de Irlanda, acompañado de un ultimátum. De no ser aceptado, los partidos se exponían a la convocatoria de nuevas elecciones locales el lunes. “Es un gran paso adelante para los norirlandeses”, declaró el primer ministro británico, Boris Johnson.  

Derechos de la lengua irlandesa

Los unionistas fueron los primeros en aceptar el acuerdo. Los republicanos lo hicieron horas más tarde. "El Sinn Féin ha decidido restablecer el sistema el sistema de gobierno compartido en la provincia -según lo previsto en los Acuerdos de Viernes Santo de 1998- y nombrar ministros para un gobierno basado en el poder compartido", ha señalado la líder del partido republicano, Mary Lou McDonald.

“No hay duda alguna de que delante de nosotros hay serios desafíos, pero el más importante de todos ellos es asegurarnos de que tenemos un poder genuinamente compartido, basado en la igualdad”, ha añadido McDonald Los nacionalistas reclamaban mayores derechos y protección para la lengua irlandesa, así como la reforma del sistema de gobierno para prevenir que el DUP, la mayor formación, pudiera bloquear la legislación que protege a las minorías.

Factura en las urnas

La interminable disputa entre el Sinn Féin y el DUP, su incapacidad para encontrar la forma de retornar al gobierno, pasó factura a ambos partidos en las elecciones generales de diciembre.  Durante los últimos tres años los problemas económicos, sociales y de gestión, se han ido acumulando. El Gobierno británico hubo de asumir buena parte de las responsabilidades de la autonomía. Los dos rivales deben demostrar ahora que son capaces de gobernar conjuntamente.

La importancia de la reapertura de la Asamblea de Stormont es aún mayor, dado que jugará un papel significativo en las medidas aduaneras tras el ‘brexit’. El acuerdo de retirada da a la Asamblea el derecho, cada cuatro años, de considerar si debe mantener el alineamiento con las normas de mercado de la Unión Europea. Los nacionalistas quieren permanecer lo más próximos posibles a la UE. Los unionistas temen que esa cercanía les diferencie del resto del Reino Unido y abra la vía hacia la reunificación de la isla de Irlanda