Una historia de película

Una postal nada navideña

Una niña de 6 años de Londres halla un mensaje en una tarjeta denunciando trabajos forzados en una prisión de China

Florence Widdicombe posa con una de las postales.

Florence Widdicombe posa con una de las postales. / periodico

El Periódico

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El gigante británico de supermercados Tesco ha suspendido las compras a un proveedor chino de tarjetas de Navidad después de que una niña de 6 años hallara un mensaje en una tarjeta, escrito por un prisionero en la cárcel de Qingpu de Shanghai, en la que se explicaba que los prisioneros extranjeros en ese centro penitenciario estaban siendo víctimas de trabajos forzados. «Aborrecemos el uso de mano de obra carcelaria y nunca lo permitiríamos en nuestra cadena de suministro», manifestó un portavoz de Tesco, que ha iniciado una investigación.

«Somos prisioneros extranjeros en la prisión Qingpu de Shanghai, China. Obligados a trabajar en contra de nuestra voluntad. Ayúdenos y notifique a la organización de derechos humanos. Use el enlace para contactar al Sr. Peter Humphrey», fue el mensaje que inesperadamente sorprendió a Florence Widdicombe, de 6 años, en Londres, cuando escribía postales navideñas para sus amigos y familiares, según explica el diario 'The Sunday Times'. El padre de Florence, Ben, que estaba a su lado, pensó primero que se trataba de una broma, pero luego se dio cuenta de que podría tratarse de algo serio y contactó con Humphrey a través de la red social Linkedin. 

Deportación en el 2015

Peter Humphrey es un experiodista británico e investigador de fraude corporativo que, junto a su esposa estadounidense, Yu Yingzeng, fue condenado en China en el 2014 por obtener ilegalmente registros privados de ciudadanos chinos y vender la información a empresas. La pareja fue deportada de China en junio del 2015 después de su paso por la cárcel de Qingpu y de obtener una redución de penas.

«Estábamos escribiendo y en mi sexta u octava tarjeta vi que alguien ya había escrito en ella un mensaje», explicó Florence a la BBC. Humphrey aseguró que no conocía la identidad o nacionalidad de los reos que escribieron el mensaje, pero agrega: «No tengo ninguna duda de que eran prisioneros de Qingpu que me conocieron antes de mi liberación en junio del 2015 tras pasar 23 meses en esa cárcel».

Reacción inmediata

China reaccionó a las acusaciones de forma inmediata rechazando la veracidad de la historia. Así, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, afirmó en una conferencia de prensa: «La prisión Qingpu no obliga a trabajar a los prisioneros extranjeros. Esta historia es una farsa creada por el señor Humphrey». Este último reiteró que lo que cuenta la postal es verdad y que él mismo pudo constatar que «esa unidad de la prisión hacía empaques para las tarjetas de Navidad de Tesco».