OPERACIÓN EN ESTAMBUL

Turquía ordena la detención de otros 35 periodistas acusados de golpismo

La Fiscalía acusa a los informadores de tener vínculos con la cofradía del predicador exiliado Fethullah Gülen, a quien el Gobierno atribuye el fallido golpe de Estado de julio del 2016

Un grupo de manifestantes muestran imágenes de periodistas del diario opositor 'Cumhuriyet', en una protesta en Estambul, el 28 de julio.

Un grupo de manifestantes muestran imágenes de periodistas del diario opositor 'Cumhuriyet', en una protesta en Estambul, el 28 de julio. / periodico

Adrià Rocha Cutiller

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«Me acaban de coger. Estoy bien». En cualquier sitio, estas palabras, podrían significar cualquier cosa; pero en Turquía, después del golpe de estado de julio de 2016, no. Su autor es el periodista Burak Ekici,  editor del diario opositor ‘BirGün’, y los que le han cogido son la policía turca, que le acusa, junto con otros 34 periodistas a los que la Fiscalìa ha dictado orden de detención, de tener vínculos con la cofradía del clérigo y teólogo Fethullah Gülen.

Según Ankara, Gülen —que vive exiliado en Estados Unidos desde 1999— es el máximo responsable del intento de golpe del año pasado, que quiso acabar con el Gobierno electo de Recep Tayyip Erdogan y por el que murieron, en una sola noche, 250 personas: los «mártires» de la Turquía moderna.

Gülen, según la justicia turca, infiltró a sus seguidores en los puestos clave del Estado para, en el momento oportuno, intentar derrocarlo: 13 meses después de la intentona, 110.000 personas han sido expulsadas de la administración y 50.000 otras han sido detenidas. Entre estas últimas, los 35 periodistas detenidos, todos ellos residentes en Estambul. Pero hay muchas profesiones más: académicos, funcionarios, profesores, administradores, policías, militares, políticos.

La acusación justifica la orden de detención en que los periodistas usan la aplicación ByLock, una herramienta para móviles que tiene unos 200.000 usuarios en Turquía y que, según las autoridades, fue desarrollada expresamente para permitir una comunicación cifrada entre los miembros de la cofradía de Gülen. Para la fiscalía, el mero hecho de tener esta aplicación instalada en el teléfono ya es justificación suficiente para detener a una persona y llevarla a juicio.

NO SON LOS PRIMEROS

Estos 35 periodistas, sin embargo, no son los primeros. Según Reporteros Sin Fronteras (RSF), Turquía es el país del mundo donde hay, a día de hoy, más reporteros en la cárcel: 160.

A muchos se les acusa de estar vinculados a la cofradía «terrorista» de Fethullah Gülen —que fue, de hecho, aliado del Partido de la Justicia y el Progreso (AKP) de Erdogan hasta 2012—, pero también al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda; ésta es considerada tanto por la Unión Europea como por Estados Unidos como una organización terrorista.

De vinculaciones con ambas organizaciones, precisamente, se acusa a 17 periodistas del diario opositor ‘Cumhuriyet’, a los que se empezó a juzgar hace 10 días por colaborar con «algunas organizaciones terroristas, aunque sin ser miembro». Para ellos, la fiscalía pide penas de entre 8 y 43 años, aunque algunos hayan criticado duramente a la cofradía de Gülen. Es el caso del periodista Mehmet Sik, que pasó un año en la cárcel por escribir un libro muy crítico con el teólogo.