Elecciones en Argentina

La preocupación, en el bolsillo

Mesas electorales en un colegio de Buenos Aires.

Mesas electorales en un colegio de Buenos Aires. / REUTERS / MARTIN ACOSTA

ABEL GILBERT/ BUENOS AIRES

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los domingos por la mañana tienen, como en cualquier gran ciudad, sus rituales. En Buenos Aires se despliegan en bares y terrazas. “Café con leche y tres medialunas (cruasán)”, suele pedirse, sin culpas adiposas. Todo es política en el bar de las calles Aguilar y CabildoUn desayuno con el diario en la mano y los oídos puestos en las conversaciones de las mesas vecinas. “Pero, ¿qué pasa? ¿A qué se debe este aumento?”, protesta un parroquiano. La camarera se encoge de hombros. Los precios comienzan a acomodarse de manera descarada ante inminencia de novedades electorales. Unos comercios aumentaron por si gana Mauricio Macri y Argentina da un giro copernicano en la economíaOtros, porque podría suceder lo contrario –un triunfo milagroso de Daniel Scioli - y haber más problemas con el dólar.

¿El cruasán como variable de ajuste? No solo eso. El mercado ha tomado partido por el primer candidatoLas acciones de los bancos y las empresas energéticas experimentaron subidas importantes en las últimas horas. “Es que Macri está dispuesto a terminar con los subsidios a las tarifas. ¿Cómo puede ser que nosotros, acá, en este barrio, paguemos lo mismo que un habitante pobre del norte?”, dice un habitual de la cafetería, después del último sorbo de su café. "¿Qué va a ocurrir con el dólar?",  Eso es lo único que parecía interesarle a su compañero de mesa.

Sin mayorías parlarmentarias

Un día antes de las elecciones, en otro bar, lejos del confort capitalino, más precisamente en la periferia, un consumidor se preguntaba qué sería de su trabajo si vuelve la furia importadora y empiezan a cerrar las fábricas, como en los años noventa. “Esa película ya la vi. Mejor dicho: la viví”, dijo a este cronista. Macri y Scioli, cuyas vidas se cruzaron en estas tres décadas como amigos, ciudadanos de la jet-set y rivales políticos,  tienen programas y estilos diferentes. Pero el ganador estará obligado a negociar. Se terminarán las mayorías parlamentarias propias.

Macri contará en la cámara de diputados con 93 escaños de su coalición. El kirchnerismo y sus aliados, en cambio, tendrán 102 diputados y una holgada supremacía en el Senado. “Es evidente que para Scioli sería más fácil”, conjeturó un parroquiano en un tercer bar visitado, en el centro capitalino. “¿Y quién piensa en Scioli?”, se atrevió a decirle el camarero.