Vertiginosa fuga de capitales

La confrontación entre Grecia y sus acreedores está acelerando la fuga de capitales. Solo el miércoles, entre 300 y 400 millones de euros abandonaron el país, cinco veces más que en días anteriores. Se trata de la cifra más alta desde el 20 de febrero, cuando se llegó a un acuerdo de extensión del contrato de préstamo para Grecia, revirtiendo el flujo de salida que imperaba desde la convocatoria de elecciones anticipadas en diciembre. Ese mes y el siguiente, unos 16.000 millones de euros dejaron el país.

La escalada de declaraciones no ha contribuido a calmar los ánimos: el martes, el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, mencionaba la posibilidad de introducir un «corralito» al estilo chipriota, mientras que la -trucada- peineta del ministro de Finanzas Yanis Varoufakis desataba la indignación en Alemania.

Entretanto, los bancos griegos se mantienen a flote gracias a las inyecciones que el Banco Central recibe a través del ELA, el mecanismo de asistencia de liquidez urgente, para el que el BCE subió ayer el umbral en otros 400 millones de euros.

Pero la falta de efectivo acucia también las arcas públicas. Ayer, el viceprimer ministro Yanis Dragasakis reconocía que habría un problema de liquidez si no se llegaba a un acuerdo inmediato con los socios europeos. «Desde el pasado agosto no hemos recibido ningún tramo [de rescate], y tanto el anterior Gobierno como nosotros hemos cumplido con todas nuestras obligaciones. Tenemos una economía que recibe dinero para pagar préstamos, y esto crea asfixia», lamentaba Dragasakis en una entrevista televisada. No obstante, se mostró categórico en que su Ejecutivo no considera «ni elecciones, ni referendo», ni un Gréxit, una salida del euro.

Solo en marzo, Grecia debe devolver unos 2.000 millones de euros en obligaciones -hoy pagará 350 millones al Fondo Monetario Internacional-, más otros 1.500 de gasto en salarios y pensiones.

La viceministra de Finanzas, Nadia Valavani, solicitó ayer la tramitación de urgencia de la ley para facilitar a particulares y empresas el pago de deudas con Hacienda y Seguridad Social. Aparte de tratar de incrementar la recaudación, el Ejecutivo está recurriendo a la emisión de letras del tesoro, a la espera del desbloqueo del tramo de rescate pendiente. El primer ministro Alexis Tsipras intenta sacar en Bruselas las conversaciones de su punto muerto.