LA CRISIS GRIEGA

Tsipras acepta la vuelta a Grecia de los 'hombres de negro'

Varoufakis (derecha) y el ministro español de Economía, Luis de Guindos, este lunes.

Varoufakis (derecha) y el ministro español de Economía, Luis de Guindos, este lunes. / EFE / YVES HERMAN

SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS

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Las negociaciones técnicas sobre el nuevo plan de reformas griego entre el Gobierno de Alexis Tsipras y el trío de instituciones que forman parte de la hasta ahora conocida como troika --formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional-- comenzarán finalmente este miércoles en Bruselas. La capital comunitaria no será, sin embargo, el único escenario clave en esta nueva etapa. Según confirmó ayer el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, y pese al empeño griego, los expertos de las instituciones también trabajarán desde Atenas, adonde se desplazarán para confirmar cifras y detalles técnicos. Esto significa que, pese a las promesas de Syriza, los denostados hombres de negro sí volverán a Grecia.

«Las discusiones comenzarán el miércoles en Bruselas, donde tendrá lugar la conversación principal, pero hay gente de las instituciones que tendrán que estar sobre el terreno en Atenas por razones de eficiencia. Trabajarán sobre los detalles técnicos y las cifras, en paralelo a las conversaciones de Bruselas porque tiene que haber un intercambio constante de información. Es la única forma en la que se puede hacer», zanjó ayer Dijsselbloem sobre la polémica presencia de funcionarios de la troika en la capital griega a la que el Gobierno de Tsipras se había negado hasta este lunes.

Pese a este acuerdo, de la nueva reunión del Eurogrupo --la quinta en un mes-- se desprende que las discrepancias son todavía numerosas y que a los socios del ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, no les basta el primer avance de siete reformas remitido el pasado viernes, aunque dejaron claro que ayer no discutieron sobre los detalles porque les corresponde a las instituciones hacer un análisis pormenorizado. «No es tarea del Eurogrupo sino responsabilidad de las instituciones. Lo esencial ahora es acelerar la preparación de medidas individuales para poner en marcha los compromisos asumidos por el Gobierno griego. Son estos compromisos los que han abierto la vía a prolongar el programa y es esencial que se conviertan en decisiones efectivas», recordó el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici. Y lo mismo dijo el eslovaco Peter Kazimir. «¿La carta? Bonita, pero no es nuestro trabajo evaluarla. Nosotros necesitamos cifras y las esperamos muy pronto», recordó.

Sobre lo que sí hablaron, según Dijsselbloem, fue sobre el proceso a seguir y sobre una negociación de la que exigen «cooperación» y el compromiso de no adoptar «medidas unilaterales» ni marcha atrás en las medidas ya adoptadas, algo que recalcó muy especialmente el alemán Wolfgang Schäuble. Aún así, el jefe del Eurogrupo se mostró una vez más de acuerdo en modificar o sustituir medidas dentro del programa de rescate -prorrogado hasta el 31 de junio- siempre que no se alteren los objetivos presupuestarios.

DESEMBOLSO

En cuanto a la posibilidad de acelerar el desembolso de parte de la ayuda disponible todavía en el programa de rescate -en torno a 7.200 millones de euros en total- los dirigentes comunitarios insistieron en que antes deberá haber acuerdo sobre el paquete global de reformas que deberá estar listo, según el pacto cerrado el pasado 20 de febrero, antes de finales de abril. «No puede haber discusiones sobre un desembolso anticipado si no hay un acuerdo global primero. Estoy dispuesto a considerar la posibilidad de aprobarlo por tramos, como se ha hecho en ocasiones anteriores, pero siempre que haya un acuerdo global y la implementación esté en marcha», advirtió el ministro holandés, señalando que ayer no hubo discusiones sobre las necesidades de financiación de Grecia pero que una presión en ese terreno podría ayudar a encarrilar la discusión. «Si hay una presión de tiempo en términos de necesidades de financiación debería ayudar a encarrilar el proceso, pero no funcionará a la inversa. No habrá desembolso de dinero sin un acuerdo», advirtió.

Para alcanzar esa etapa quedan todavía muchas negociaciones por delante, según dejaron claro ministros y representantes comunitarios. «Hemos dedicado dos semanas aparentemente a discutir quién se reúne con quién y dónde, en qué configuración y con qué agenda. Es una pérdida total de tiempo. No puedo ser más explícito», recriminó el holandés, que admitió su interés por seguir presidiendo el Eurogrupo una vez expire su mandato en julio. «Queda mucho trabajo por delante. Queda mucho trabajo técnico. Lo importante es la implementación práctica de los compromisos», aseguró el vicepresidente responsable del euro y uno de los halcones de la Comisión, Valdis Domvrovskis.