SIGUE LA OLA DE VIOLENCIA

Dos ataques y un coche bomba siegan otras11 vidas en Egipto

Seis de las víctimas son militares tiroteados por unos hombres armados

Seguidores de Mursi y de Al-Sisi se enfrentan verbalmente en El Cairo.

Seguidores de Mursi y de Al-Sisi se enfrentan verbalmente en El Cairo.

ANA ALBA
JERUSALÉN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Egipto no sale de la espiral de violencia en que está sumido desde que el 3 de julio el Ejército destituyó al presidente Mohamed Mursi y tomó el poder. Tras las protestas de los islamistas del domingo contra el golpe militar y la represión, que acabaron con 53 muertos y 200 heridos, ayer tres atentados sacudieron el país y segaron 11 vidas más.

Hombres armados atacaron a una patrulla militar en la ciudad de Ismailiya, en el canal de Suez, y mataron a cinco soldados y un oficial del Ejército egipcio.

Poco después, en Al-Tor, en el Sinaí, en el sur del país, cinco personas murieron y 50 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba junto a la sede de la Dirección de la Seguridad Central de la provincia, donde se celebraba una reunión de responsables del organismo. Entre los heridos, se encuentra el jefe de la Seguridad Central.

Un tercer ataque tuvo lugar en Maadi, al sur de El Cairo, donde se atacaron con lanzagranadas unas instalaciones de telecomunicaciones utilizadas por Nilesat, que opera satélites egipcios, y causaron daños materiales.

MÁS MANIFESTACIONES / Esta nueva oleada de violencia podría ser mayor, ya que los islamistas están dispuestos a seguir manifestándose y han llamado a tomar la plaza Tahrir el viernes. Por su parte, el Gobierno ha advertido de que seguirá reprimiendo las protestas.

El jefe del Ejército egipcio, líder del golpe contra Mursi y hombre fuerte del país, el general Abdel Fatah al-Sisi, anunció en el discurso que pronunció el domingo para conmemorar el 40º aniversario de la guerra del 6 de octubre de 1973 contra Israel que «las Fuerzas Armadas están dispuestas a sacrificar la vida de sus miembros por el bien del pueblo». «El Ejército es tan fuerte como las pirámides gracias al pueblo», subrayó Al-Sisi.