Londres aisla en una celda al jefe de Wikileaks «por su seguridad»

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, encarcelado en la prisión londinense de Wandsworth, ha sido trasladado a una celda de aislamiento «por su propia seguridad», declaró ayer Jennifer Robinson, una de sus abogadas. Assange, que ha pedido usar un ordenador con acceso limitado a internet para preparar su defensa, permanecerá allí hasta el martes, cuando un tribunal decidirá sobre su extradición a Suecia, donde la justicia le reclama por supuestos abusos sexuales a dos colaboradoras de su portal de filtraciones.

En Wandsworth, según el diario The Guardian, «los prisioneros mostraron un gran interés» por Assange, lo que habría motivado la decisión de las autoridades de trasladarle el jueves a una celda de aislamiento. «No tiene distracciones, tiene dificultades para recibir llamadas, está solo», añadió Robinson.

La abogada de Assange dijo que su cliente «está frustrado por no poder responder a las alegaciones contra él respecto a los diversos ciberataques» en represalia contra las webs de las empresas que cancelaron las cuentas de Wikileaks, como Visa, Mastercard, Paypal o Postfinance.

El portal de filtraciones aseguró no tener conexión alguna con Anonymous, el grupo de ciberactivistas que reivindicó los ataques de los últimos días. «Ni condenamos ni aplaudimos estos ataques», señaló Kristinn Hrafnsson, portavoz de Wikileaks. Hrafnsson destacó que se trata de acciones similares a las que sufrió el portal tras la difusión, en noviembre, de 250.000 cables confidenciales de EEUU, provocando con sus revelaciones una gran tensión en la diplomacia internacional.

Washington mantiene conversaciones con Suecia para la posible extradición de Assange a EEUU una vez que este se encuentre en territorio sueco. El Departamento de Justicia estadounidense calla, pero la abogada Jennifer Robinson augura que es «inminente» la presentación de cargos contra el fundador de Wikileaks por supuesta violación de la ley de espionaje. La norma, aprobada en 1917 y sin reformas desde entonces, nació con la intención de castigar a empleados y contratados del Gobierno que pasaran información a agentes de gobiernos extranjeros, informa Idoya Noain.

«No creemos que [esa ley] se aplique al señor Assange y en cualquier caso está protegido por la primera enmienda», defendió en la cadena ABC Robinson, que cree que una acusación vinculada a la ley de espionaje «sería inconstitucional y pondría en riesgo a todas los medios de comunicación de prensa de EEUU».

No solo a estos. Según la ley tal y como está redactada, sería culpable también cualquiera que distribuyera la información, desde los medios que publican historias basadas en los cables hasta individuos que cuelgan enlaces, por ejemplo, en su página de Facebook. Esta red social, junto a Twitter, canceló las cuentas de Anonymous, pero mantiene la página de apoyo a Wikileaks, con 1,2 millones de seguidores.

ESTRECHA VIGILANCIA / Amnistía Internacional aseguró que vigilará «estrechamente» el proceso de Suecia contra Assange, y advirtió que cualquier procedimiento de los estados contra «personas privadas» por difundir informaciones relativas a los derechos humanos podría ser «incompatible con la libertad de expresión».

Ayer, grupos de hackers partidarios de Assange intentaron bloquear el sitio de Moneybookers, una web de pagos on line, por cancelar en agosto la cuenta de Wikileaks ante las acusaciones sin confirmar de varios gobiernos de un posible delito de blanqueo de divisas.

Algunos activistas, a través de canales de chat, reclamaron atacar webs oficiales de Holanda, tras la detención de un joven de 16 años en La Haya, acusado de participar en las acciones contra Visa y Mastercard. Los ciberataques afectaron temporalmente a la policía y a la bolsa.