CRÓNICA DESDE ROMA

El patrimonio artístico, en huelga

Muro caído en Pompeya.

Muro caído en Pompeya.

ROSSEND Domènech

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Italia evidencia una paradoja. Según la UNESCO, es el país del mundo con más monumentos artísticos, ya sea en ruinas del pasado, en el cuidado en el paisaje o en sensibilidad a la hora de construir una autopista para que la misma no perturbe elskyline, el horizonte armónico de cuantos transcurrirán por ella.

El país acumula una cantidad de obras de arte que la más pesimista de las clasificaciones cifra en el 51% del patrimonio mundial. Sin embargo, los gobiernos destinan a mantener esa belleza, que Stendhal plasmó incluso en un síndrome patológico específico -«el empacho de la belleza que procura desmayos»-, poco más que el coste de un kilómetro de autopista. Por esta razón, con el añadido de los efectos de la crisis financiera mundial, el mundo de la cultura oficial del país está este fin de semana en huelga.

El Ministerio de Economía ha recortado en 280 millones de euros el presupuesto destinado a bienes y actividades culturales. En el 2007, antes de la crisis, el Estado destinaba a Bienes Culturales casi 2.000 millones de euros. Este año recortó unos 250 millones, el próximo los 280 citados, en el 2012 unos 500 millones y en el 2013 unos 900 millones.

Demasiado. De manera que bedeles, arqueólogos, directores de museos, de excavaciones y de bibliotecas, han ido a la huelga. Con modalidades diferentes en cada ciudad.Algunos dejarán entrar gratis a los visitantes, otros permanecerán cerrados, otros cerrarán con horarios variables. Lo han definido con el eslogan dePuertas cerradas, luces encendidas sobre la cultura.

El cierre se produce pocos días después de que las lluvias y tal vez la incuria, como recordó Giorgio Napolitano, presidente de la República, asolasen la escuela de los gladiadores de Pompeya. La ciudad petrificada en el año 71 d.C. por una erupción del Vesubio es el mayor museo al aire libre que existe en el mundo. «Una vergüenza para Italia», dijo Napolitano. Sandro Bondi, ministro de Cultura, afronta una moción de censura presentada por las oposiciones centrista y progresista, que podría obligarle a dimitir.

Bondi, ministro poeta, no tiene ninguna culpa de que las lluvias torrenciales hayan desplomado las estancias donde los gladiadores guardaban los trofeos de aquel cuerpo romano, porque el mal viene de mucho más lejos. La manutención de Pompeya merece anualmente de parte del Estado dos millones de euros, ni siquiera cien metros de autopista, mientras que los visitantes dejan allí 20 millones al año. El ministro Bondi ha denunciado que él no tiene la culpa, que debe ser «atribuida a la falta de fondos».

Entre las razones de tanto desinterés económico figuran varias causas, según los experto. Una de ellas es la entrada de la Camorra, la mafia de Nápoles, en el negocio, aunque la más importante es la paradoja de que a la primera industria del país, antes que Fiat, Pirelli, Luxotica o Mediobanca, se dedique el precio de un kilómetro de autopista.

Los turistas, a excepción de algunos del centro de Europa, no vienen a Italia para tomar el sol, vienen a ver sus monumentos. La huelga intenta frenar un suicidio.