CRECE LA TENSIÓN POLÍTICA EN BANGKOK

Miles de monárquicos asaltan la sede del Gobierno de Tailandia

EL PERIÓDICO
BANGKOK

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Miles de manifestantes monárquicos asaltaron ayer la sede del Gobierno de Tailandia y pidieron la dimisión del primer ministro, Samak Sundaravej, un veterano político de 73 años. La protesta se extendió también a varios ministerios y al canal de televisión estatal. Sundaravej acusó a los revoltosos, unos 35.000 en total, según la policía, de "intentar promover un nuevo golpe de Estado" y un "baño de sangre".

Detrás de las protestas está el partido opositor Alianza del Pueblo para la Democracia (APD). "De aquí no nos moverán hasta que se produzca un cambio político. Si quieren que me vaya tendrán que matarme y sacar mi cuerpo de este lugar", dijo en el interior del palacio del Gobierno, situado en el centro de Bangkok, el cabecilla de la revuelta, Sondhi Limthonkul. El Ejecutivo, que ha descartado decretar el estado de excepción, evitó el enfrentamiento directo con los manifestantes y optó por solicitar una orden judicial para detener a los líderes de la APD.

CAMBIOS EN LA CONSTITUCIÓN

"No dimitiré. Me mantendré en mi cargo para proteger este país", advirtió Sundaravej, quien se vio obligado a celebrar el Consejo de Ministros en una base militar de Bangkok. Las protestas de ayer forman parte de la campaña que el APD puso en marcha en mayo para forzar la salida del primer ministro, al que acusan de ser "una marioneta" en manos del depuesto jefe del Ejecutivo, Thaksin Shinawatra, y de querer instaurara una república en el país.

Exiliado en el Reino Unido --donde es propietario del club de fútbol Manchester City-- Shinawatra cayó en desgracia tras ser víctima de un golpe de Estado en septiembre del 2006, alentado también por el APD. Las elecciones democráticas del pasado mes de noviembre auparon al poder a Sundaravej, que se ha negado a solicitar la extradición del ex mandatario, sobre el que pesan cuatro acusaciones por corrupción.

Además, el actual primer ministro prevé cambiar la Constitución redactada durante el anterior régimen militar, lo que ha enervado todavía más al APD. Los monárquicos tailandeses, fieles al rey Bhumibol Adulyadej, defienden un mayor papel del Ejército en la política del país. Pero los militares dejaron bien claro que esta vez no tienen previsto intervenir y que es la policía la encargada de controlar la situación. Al menos es lo que dijo el jefe del Ejército, el general Anupong Paojinda.

CUCHILLOS Y PALOS DE GOLF

La protesta del APD empezó temprano en la mañana cuando un centenar de manifestantes, armados con palos de golf y cuchillos, ocuparon el canal de televisión NBT. Otros grupos llegaron hasta los ministerios de Finanzas, Agricultura y Transportes. También cortaron las carreteras que unen la capital con el sur y el noreste del país. Los manifestantes dijeron que permanecerían toda la noche en la sede del Ejecutivo.