China arresta a la activista que denunció la expansión del sida

ADRIÁN FONCILLAS / PEQUÍN

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China mantiene encerrada en su casa a una famosa activista contra el sida para impedir que viaje a EEUU a recoger un premio de la organización Vital Voices, patrocinada por la senadora Hillary Clinton. Gao Yaojie, ginecóloga de 80 años, personaliza la lucha contra la pandemia y ha recibido numerosos reconocimientos internacionales.

El arresto domiciliario de activistas y el corte de sus líneas telefónicas es una práctica habitual en China para evitar el contacto con periodistas u oenegés durante cumbres internacionales.

China ya prohibió hace cinco años que Gao recibiera un premio de la ONU en Washington. El portavoz del Ministerio de Exteriores, Jiang Yu, dijo desconocer el arresto.

"No quieren que hable y menos en el extranjero", dijo tras visitarla el hijo de Gao. "Intentaron persuadirla de que no fuera a EEUU y hablara con Hillary. Cuando se negó, apareció la policía", afirmó otra activista.

BANCOS ILEGALES DE SANGRE

Gao destapó el escándalo de la sangre contaminada de sida que, como las crisis del SARS y la gripe aviar, China silenció hasta lo inevitable. En 1996, notificó a las autoridades que la enfermedad que afectaba a miles de campesinos era sida, considerado entonces un "mal de Occidente" por la propaganda oficial. Gao lo relacionó con el negocio de bancos ilegales de sangre y culpó a los poderes locales de estar tras esa práctica.

Pese a las presiones, la activista habló con la prensa, imprimió y repartió miles de pasquines informativos, distribuyó medicinas, cuidó a huérfanos y dio cobijo en su modesto apartamento a muchos enfermos, que en China aún son estigmatizados.