Cinco de cada diez vecinos de L'Hospitalet viven en zonas muy vulnerables al calor

El calor no repercute por igual a todos los barrios del área metropolitana de Barcelona. Así lo certifica el nuevo estudio del Institut Metròpoli 'La calor en un futur: Índex de vulnerabilitat al canvi climàtic (IVAC)' (2022), impulsado por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que estudia el fenómeno de la vulnerabilidad a las altas temperaturas en las zonas de la Gran Barcelona de los 3,3 millones de habitantes que, por sus características socioeconómicas, más expuestas están a los perjuicios del bochorno extremo.

Por ciudades, L'Hospitalet de Llobregat destaca por ser, por detrás del distrito barcelonés de Ciutat Vella, la ciudad metropolitana con una proporción de población más elevada residiendo en zonas altamente vulnerables: un 50,1%, lo que equivale a cinco de cada diez vecinos de la segunda ciudad más poblada de Catalunya (concretamente, unos 133.079 habitantes, cifra el citado estudio).

Los municipios que de más cerca le siguen son Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià de Besòs o Cornellà de Llobregat, con un 36,7%, un 21,3% y un 20,6% de población residente en zonas altamente vulnerables, respectivamente.

En el contexto local de L'Hospitalet, la investigación del Institut Metròpoli destaca como demarcaciones más vulnerables los barrios de La Torrassa, Pubilla Cases, La Florida, Les Planes, Collblanc o Bellvitge. La mayoría de ellos ubicados al norte de la gran ciudad, donde se ubican los dos kilómetros cuadrados con más densidad de Europa, tal y como informó EL PERIÓDICO a partir de datos del 'Eurostat', la Oficina Estadística de la Unión Europea (UE).

Densidad, renta o falta de verde

El citado estudio metropolitano, de hecho, asume la densidad poblacional como una de las variables más determinantes a la hora de elaborar su índice de vulnerabilidad. Entre esos factores, seleccionados a partir de literatura científica al respecto, se hallan, además de la densidad de población, la proporción de viviendas anteriores a 1950 y entre 1951 y 1980; el porcentaje de cobertura vegetal (zonas verdes); la renta media por hogares; la cuota de mujeres de más de 65 años; la cantidad de personas de más de 75 años que viven solas; o el porcentaje de migrantes provenientes de países en desarrollo, entre otros.

Consultadas por EL PERIÓDICO con respecto a los recursos locales para paliar la vulnerabilidad al calor, fuentes del Ayuntamiento de L'Hospitalet apelan a los refugios climáticos de la Xarxa Metropolitana de Refugis Climàtics (XMRC) con los que cuenta la ciudad, que este año han pasado de seis a doce.

Estos refugios están ubicados en los parques de Can Buxeres, de les Planes i de l’Alhambra; en los polideportivos municipales del Centre y de Gornal; y el Centre d’Art Tecla Sala. Este 2023 se han incorporado Torre Barrina, el Centre Cultural Santa Eulàlia, el Mercat Municipal de la Florida y los casales de personas mayores de Pubilla Cases, de Bellvitge-L’Ermita i de Ca n’Arús.

"La iniciativa, con presencia en todos los distritos, tiene por objetivo facilitar a la ciudadanía, y en especial a la población más vulnerable al calor extremo, espacios adecuados, accesibles y seguros para recuperarse del estrés térmico provocado por las altas temperaturas", aseguran fuentes municipales de L'Hospitalet.

Medio millón de personas en áreas metropolitanas vulnerables

El estudio da continuidad a la aproximación de 'Vulnerabilidad al calor extremo' (2018), dictamen editado por el AMB a partir de un Trabajo de Fin de Máster en la Universitat de Barcelona, que tal y como publicó este diario ya situaba a Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat y Santa Coloma de Gramenet como las ciudades metropolitanas con mayor proporción de secciones censales altamente vulnerables al calor extremo.

En esta ocasión, el nuevo informe metropolitano aporta un dato hasta la fecha inédito: 526.000 habitantes del área metropolitana de Barcelona (un 16,1% de la conurbación) viven en "zonas de alta vulnerabilidad" al cambio climático.

Desde el Institut Metròpoli también ponen el foco en los recursos de los que disponen las ciudades por las noches con temperaturas muy elevadas, cuando cierran la mayoría de refugios climáticos interiores del área metropolitana. "Aunque se ha avanzado en los últimos años, detectamos que las ciudades todavía no están preparadas para afrontar el asfixiante calor nocturno", concluye la investigadora Elena Domene.

Pese a los 'agujeros' de vulnerabilidad detectados, desde el AMB aseguran que la actual Xarxa Metropolitana de Refugis Climàtics (XMRC) alcanza la mayoría de las zonas estudiadas. Este verano de 2023, "un 80% de la población metropolitana vulnerable [excepto en Barcelona] está a 10 minutos de un refugio climático metropolitano y el 96% a 15 minutos", apuntan fuentes de la administración supramunicipal.

Según datos del AMB, la XMRC ha pasado de 20 refugios en el verano de 2021 a 74 refugios este 2023, de modo que el estudiado IVAC ha operado como herramienta para dirigir la ampliación territorial de la red de refugios.