Nabat 3

Se aplaza el desalojo de la fábrica Albert Germans de L’Hospitalet, okupada desde hace un año

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Concentración frente a la antigua fábrica Albert Germans de L'Hospitalet, okupada desde agosto de 2022.

Concentración frente a la antigua fábrica Albert Germans de L'Hospitalet, okupada desde agosto de 2022. / Jordi Otix

Àlex Rebollo

Àlex Rebollo

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Alrededor de unas 130 personas se han concentrado a primera hora de la mañana de este 18 de julio para oponerse al desalojo previsto de la antigua fábrica Albert Germans, okupada desde hace casi un año. Muchas de ellas habían acampado y pasado la noche en el interior de la nave, mientras que otras estaban vinculadas a colectivos sociales del barrio y la ciudad y han acudido a la concentración desde antes de las 8 h. Sin embargo, tal desahucio no se ha producido y los residentes del espacio -rebautizado como Nabat 3- han recibido una notificación de la suspensión del desahucio, que queda aplazado, de momento, sin fecha fijada.

El Ayuntamiento de L'Hospitalet acordó en una Junta de Gobierno Local proceder con la recuperación de oficio de la finca situada en la calle Rodés, 60 -es decir, la Albert Germans-, un mecanismo legal que permite a las administraciones locales recuperar por sí mismas una posesión en cualquier momento cuando se trate de los de dominio publico, y en el plazo de un año, en el caso de equipamiento patrimoniales. El pasado septiembre, fuentes municipales señalaban a este diario que el Ayuntamiento había iniciado ya el procedimiento legal y judicial para desalojar al colectivo que conforma Nabat 3 "lo antes posible”. Un proceso que todavía se alargará un poco más.

Por su parte, los integrantes del Nabat 3 presentaron un recurso al contencioso administrativo tras ser conocedores de que se había iniciado la recuperación de oficio. Sin embargo, desde el colectivo okupa señalaron que aunque el juzgado había aceptado el recurso, esta decisión no paralizaba el desahucio previsto para este miércoles, motivo por el que convocaron a entidades de la ciuad y a integrantes de otros movimientos okupas o anarquistas para tratar de bloquear el desalojo en la puerta del espacio.

La antigua fábrica Albert Germans de L'Hospitalet, okupada por el colectivo Nabat 3.

La antigua fábrica Albert Germans de L'Hospitalet, okupada por el colectivo Nabat 3. / Jordi Otix

"Estamos haciendo una recuperación de un patrimonio histórico de la ciudad de L'Hospitalet que ha estado abandonado durante 17 años por parte del Ayuntamiento. Únicamente se han preocupado en tiempos electorales de hacer una adjudicación de por si bastante sospechosa a Renfe. En el espacio se hacen actividades para el barrio y para todas las edades, desde: huertos comunitarios, pasando por talleres de bicis, el gimnasio popular, cines o hasta presentaciones de libros", defiende P. M., uno de los integrantes del Nabat, en declaraciones a este diario.

Cesión a Renfe

La fábrica Albert Germans, obra de los arquitectos Ramon y Antoni Puig i Giralt, es un edificio catalogado como bien cultural de interés local que fue construido alrededor de 1926 y que durante décadas fue sede de una industria textil. En 2007 cesó la actividad y en abril de 2013 pasó a ser de titularidad municipal, como cesión gratuita en virtud del proyecto de reparcelación del ámbito. A lo largo de los últimos 16 años se han postulado varios usos para el espacio: el Museu Nacional del Còmic, un centro de formación para programadores de videojuegos o cederlo a la Universitat de Barcelona para instalar una universidad privada, entre otros, pero ninguno de ellos llegó a fructificar porque las negociaciones "no acabaron de cuajar”.

Unas semanas antes de la ocupación, la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de L’Hospitalet aprobó inicialmente los pliegos para el otorgamiento de la concesión demanial del recinto, por un periodo de 40 años, a Renfe para desarrollar un centro de formación y servicios. Estos pliegos quedaron aprobados definitivamente el pasado 28 de septiembre después de que no se presentaran alegaciones. De este modo, queda pendiente desde entonces la firma del acuerdo entre ambas instituciones, pendiente de que se lleve a cabo el desalojo requerido por el Ayuntamiento.

Esta decisión levantó ampollas entre los partidos de la oposición del consistorio hospitalense y colectivos de los barrios del centro de L'Hospitalet, como Stop Massificació Cosme Toda o la propia Asociación de Vecinos de Sant Josep, que denunciaban que se cediese la nave a Renfe y no se destinase para promover alguno de los equipamientos que faltan en la zona, como una guardería, un centro cívico o un mercado.

Una pintada anarquista en una de las paredes de la antigua fábrica Albert Germans, okupada por el colectivo Nabat 3.

Una pintada anarquista en una de las paredes de la antigua fábrica Albert Germans, okupada por el colectivo Nabat 3. / Jordi Otix

Por su parte, Fran Belver, primer teniente de alcaldesa de L’Hospitalet, defendió en un Pleno del Ayuntamiento que para hacer determinados tipos de equipamientos “tenemos que buscar espacios que sean realmente adecuados”. “Un edificio que está catalogado tiene muchas limitaciones a la hora de la rehabilitación”, insistió el concejal.

Apoyo y críticas vecinales

Aunque a lo largo de los meses el Nabat ha recibido el respaldo de las entidades del barrio y de los vecinos, también aparecen algunas voces críticas entre los residentes de algunos de los edificios que colindan con la antigua fábrica. "En el momento que te okupan un local al lado, por muy buenas personas que pueden decir que son, no dejan de ser okupas. Yo no estoy de acuerdo porque esto influye en el valor de los pisos, o sales y te dejan todo esto hecho una porquería cuando hacen las fiestas... Tenemos muchas ganas [de que se produzca el desalojo]", afirma J. M., quien también reconoce que no ha tenido ningún problema personal con los okupantes de la nave y que sus quejas principalmente se vinculan con ruidos y algunos actos incívicos.

"Entendemos las preocupaciones de alguna personas que tienen un prejuicio fundado en todo lo que los medios con mayor peso económico publican. Pero también tenemos la paciencia para enseñarles que somos personas que nos preocupamos también por el bienestar de sus condiciones. Que nos preocupa no molestarles demasiado en las noches, nos preocupa brindarles un espacio donde puedan compartir como el huerto comunitario o que puedan volver a ver la nave por dentro, porque muchos vecinos eran familiares o ellos mismos fueron personas que trabajaron en la antigua fábrica", defiende por su parte P. M., integrante del colectivo del Nabat.

Noelia, otra vecina de los inmuebles más inmediatos a la fábrica, comenta que por su parte no ha tenido problemas de ruido o similares y que tan solo ha notado algunas molestias las últimas semana, tiempo que ha coincidido con una mayor actividad del equipamiento a modo de reivindicación de cara al desalojo previsto para este miércoles.

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