La ocupación de una fábrica histórica reaviva la lucha por la falta de equipamientos en L’Hospitalet

Un gran logo anarquista de color blanco recibe a los vecinos que llaman a la puerta -ahora pintada toda de negro- de la antigua fábrica Albert Germans de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelonès), un monumental edificio con fachada de ladrillo que se ha erigido como nuevo estandarte por la lucha por más espacios públicos en el barrio de Sant Josep, donde se ubica el equipamiento.

Un grupo de personas ocupó el inmueble a mediados de agosto de este mismo año con el objetivo de transformarlo en un “espacio colectivo abierto al barrio y a la ciudad” y un lugar donde hacer talleres, actividades culturales o un huerto urbano, entre otras. Así, bautizaron el lugar como Nabat 3.

La fábrica Albert Germans, obra de los arquitectos Ramon y Antoni Puig i Giralt, es un edificio catalogado como bien cultural de interés local que fue construido a partir del 1926, inaugurado en marzo de 1928 y que durante décadas fue sede de una industria textil. En 2007 cesó la actividad y en abril de 2013 pasó a ser de titularidad municipal, como cesión gratuita en virtud del proyecto de reparcelación del ámbito.

Por su parte, el Ayuntamiento ha iniciado ya el procedimiento legal y judicial para desalojar al colectivo que conforma Nabat 3. “Si bien no tenemos una fecha concreta, confiamos en que sea lo antes posible”, comentan desde el consistorio.

Apoyo vecinal al espacio

“Estamos a favor de la liberalización del espacio, que estaba totalmente abandonado”, explica Dina Sancho, miembro de la plataforma Stop Massificació Cosme Toda y vecina de Sant Josep. “Es la misma situación que con Cosme Toda [también ubicada en el barrio de Sant Josep de L’Hospitalet]. Son fábricas muy antiguas y con alto valor patrimonial, pero sin proyectos concretos del Ayuntamiento”, señala Sancho.

"En el barrio de Sant Josep faltan equipamientos: un casal de gente mayor, una guardería, faltan plazas en las escuelas e institutos del barrio y no tenemos ni centro cívico, ni mercado", resume Sancho. "No decimos a lo que se tiene que destinar o no el espacio", apunta la activista de Stop Massificació Cosme Toda, quien, sin embargo, dice encontrar "muy significativo" que el Ayuntamiento "no tenga proyectos para los vecinos".

Francisco Artero, presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Josep, comparte las críticas hacia el consistorio y remarca también como la fábrica ha estado sin uso durante “muchos años” y que “solo se han hecho anuncios de proyectos”, pero que estos no se han llegado a materializar. "No tenemos nada en contra de la gente que hay. Por ahora, no forman escándalos ni nada", añade Artero.

A lo largo de los últimos 15 años se han postulado varios usos para el espacio que ocupa la antigua fábrica: el Museu Nacional del Còmic, un centro de formación para programadores de videojuegos o cederla a la Universitat de Barcelona para instalar una universidad privada, pero ninguno de ellos ha fructificado. Fuentes municipales comentan que, en estos casos, “las negociaciones no acabaron de cuajar”.

En este tiempo, siguen, “el Ayuntamiento ha mantenido contacto y negociaciones con diferentes agentes para que este edificio emblemático pudiera tener un uso que respecte su valor patrimonial y que tenga un impacto positivo en el barrio de Sant Josep y en la ciudad”.

Cesión a Renfe

Unas semanas antes de la ocupación, la Junta de Gobierno Local de L’Hospitalet aprobó inicialmente los pliegos para el otorgamiento de la concesión demanial del recinto, por un periodo de 40 años, a Renfe para desarrollar un centro de formación y servicios. Según ha podido saber este diario, estos pliegos quedaron aprobados definitivamente este miércoles 28 de septiembre después de que no se presentaran alegaciones. De este modo, queda pendiente la firma del acuerdo entre ambas instituciones.

Una vez se otorgue la concesión, Renfe iniciará la licitación del contrato para la redacción de los proyectos Básico y de Ejecución de las obras para la restauración, rehabilitación integral e implementación de usos previstos para el edificio, lo que, en total, se traduce en unos 12 meses. A partir de este momento, se tendrá que redactar el proyecto de ejecución -12 meses desde el otorgamiento de la licencia- y licitar y ejecutar las obras -es decir, unos 42 meses más-.

La propuesta del ejecutivo local no ha sido bien acogida en las filas de la oposición. Este martes, desde la sección de ERC de L’Hospitalet criticaban que “la única solución que ofrece el Ayuntamiento para los distintos edificios patrimoniales de propiedad municipal, después de años de abandono y degradación, sea la cesión a terceros para usos privados”.

En la misma línea se expresó Miguel García, portavoz de Ciutadans, en el Pleno municipal que tuvo lugar este miércoles 28 de septiembre: “Es una operación a la que no le vemos ni pies ni cabeza. Parece una falta absoluta de proyecto de ciudad y que, para el gobierno, la antigua fábrica Albert Germans es solo un problema que quitarse de encima”. Así, entidades y partidos coinciden en reclamar al ejecutivo hospitalense que destine la fábrica a albergar alguno de los servicios carentes en el barrio, como la residencia o el mercado.

Por su parte, Francesc Belver, primer teniente de alcaldesa de L’Hospitalet, defendió, también en el Pleno, que para hacer determinados tipos de equipamientos “tenemos que buscar espacios que sean realmente adecuados”. “Un edificio que está catalogado tiene muchas limitaciones a la hora de la rehabilitación”, insistió el concejal.

Zonas verdes y viviendas

Belver defendió también que la escuela de maquinistas es "una carencia evidente en este país" y que generará "oportunidades a la gente de nuestra ciudad". A su vez, desde el consistorio aseveran que el centro de formación "dinamizará" la zona donde se ubica la fábrica gracias, en gran parte, a la zona verde que hay en la parte posterior del edificio, de unos 1.700 metros cuadrados, que "se adecuará como espacio público abierto al barrio y vecindario".

Dina Sancho, de Stop Massificació Cosme Toda, explica como durante los últimos años el jardín del que dota la fábrica ha estado cerrado y como, durante las últimas semanas vecinos del barrio, como ella misma, han acudido los domingos a limpiarlo y adecuarlo para el uso comunitario del barrio. Así, desde la entidad, critican que, en una de las ciudades con más densidad de población de Europa, el Ayuntamiento, "a la mínima que tiene un espacio disponible, edificación que hace".

De hecho, en los pliegues de la concesión, recientemente aprobados, se contempla la posibilidad de otorgar "permisos para construcción de viviendas" en un apartado del terreno que ocupa el inmuebles, aunque estos "se acordarían con el concesionario, y durante el tiempo que duren las obras, las medidas para minimizar la posible afección de los espacios compartidos".

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