L'Hospitalet se proyecta como beneficiaria de la 'marca Barcelona': "Somos del mismo equipo"

La colindancia de L'Hospitalet de Llobregat con Barcelona, y la consecuente influencia socioeconómica de la capital sobre la segunda ciudad de Catalunya han determinado históricamente las transformaciones urbanas de la urbe cuya Plaza Europa inspira el dimensionamiento del impacto de su futuro polo de actividad biomédica, hoy tramitándose a través del correspondiente Plan Director Urbanístico (PDU).

En el contexto de ese delicado 'matrimonio' entre ciudades, el punto de inflexión, a ojos del primer teniente de Alcaldía de L'Hospitalet, Francesc Belver (PSC), fue el momento "en que la gente dejó de decir que es de Barcelona para decir que es de L'Hospitalet".

Nestor Cabañas, técnico del Servicio de Proyectos Estratégicos de L'Hospitalet, considera que ese 'orgullo local' ha tenido asimismo una derivada en la afectación a la ciudad de la normativa urbanística. "El nuevo planeamiento metropolitano es el primero que le confiere una identidad propia a L'Hospitalet, que históricamente ha sido considerada como zona de expansión de Barcelona", asume Cabañas.

Ese predominio barcelonés es el que llevó al exalcalde socialista Celestino Corbacho, recuerda Raúl Alvarín, director del Consorci per a la Reforma de la Granvia de L'Hospitalet, a "marcar como en el Oeste" los túneles de la Granvia con el símbolo 'L'H'. "Pero hoy eso ya no hace falta: tenemos, junto con Milán, la feria internacional más grande de Europa", zanja Alvarín.

Lo certifica Belver, quien afirma que "la 'marca Barcelona' es también nuestra marca", incidiendo en que "el Ayuntamiento de Barcelona no es el dueño exclusivo de la 'marca Barcelona'", sino que "somos del mismo equipo", en el sentido de que la ciudad se proyecta como beneficiaria de la misma, por ejemplo a través del impacto económico del aeropuerto de El Prat o de la Fira y el Mobile World Congress.

"Vamos siempre a rebufo de Barcelona"

El relato del Gobierno local (PSC) de L'Hospitalet sobre cómo la relación del municipio con Barcelona determina su 'modelo de ciudad' halla contrapuntos en las formaciones en la oposición de la segunda ciudad catalana.

Ana González, portavoz de los 'comuns', formación que llevó el anterior PDU a los tribunales y que se opuso finalmente a su actual reformulación pese a la protección final de la masía de Can Trabal, se muestra crítica con la "volatilidad" del actual modelo de ciudad de L'Hospitalet, en relación a su acogida de ferias o congresos como el Mobile. "Es un sector con muchos riesgos y que siempre nos hace ir a rebufo de Barcelona", afirma González.

Por su parte, Jaume Graells, portavoz de ERC, líder de la oposición en L'Hospitalet, pone el foco en que las transformaciones urbanísticas locales "únicamente contemplan la óptica económica", ante la que se posiciona favorablemente matizando que "se ha mirado demasiado por los intereses de grandes propietarios como fondos de inversión, dando la espalda a la vieja ciudad y a sus necesidades sociales".

También se pronuncia sobre las transformaciones de la ciudad Miguel García, portavoz de Ciudadanos, tercera fuera en discordia por detrás de PSC y ERC en L'Hospitalet, quien pone el acento en el problema de "hacinamiento" del que adolecen los barrios del norte de la ciudad. "La construcción especulativa no está siendo positiva para la ciudad", clama García, que sí reconoce el "acierto" del alcalde Corbacho reformando la Granvia desde un punto de vista estratégico.

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