¿Quién es Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso?

Una inspección fiscal ha puesto en el disparadero a Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso. Este técnico sanitario está siendo investigado por Hacienda por dos presuntos delitos de defraudación tributaria y otro de falsedad en documento mercantil por su supuesto fraude de 350.951 euros en relación con el impuesto de sociedades de 2020 y 2021 a través de un entramado de facturaciones falsas y sociedades interpuestas.

Desde cuándo están juntos

Díaz Ayuso y González Amador están juntos desde mediados del 2021, después de que la presidenta madrileña se separase, en noviembre de 2020, del peluquero y estilista Jairo Alonso después de cuatro años de relación.

Cómo es la pareja de Ayuso

Alberto González es un hombre moreno, con barba y pelo rizado. Es de origen andaluz, tiene 47 años (tres más que la presidenta) está divorciado y tiene tres hijos. La relación salió a la luz cuando la revista 'Lecturas' publicó en mayo unas fotos de una escapada romántica de la pareja a Ibiza, en las que se podía ver cómo se besaban junto al mar en una terraza.

"No es una persona pública"

"No estoy contenta con las fotos que se han publicado. Él no es una persona pública, y quiero mantener en la intimidad esta parte de mi vida. Echo de menos mi vida normal de antes", dijo entonces Ayuso, durante su intervención en el programa 'Mi casa es la tuya', de Bertín Osborne, que se emitió el 11 de junio de 2021.

Sin embargo, el 10 de octubre de 2021 le presentó en sociedad en la fiesta Pequeña Cuba, organizada por la Comunidad de Madrid en la Plaza de las Salesas de la capital.

"Siempre he querido hijos, pero también es verdad que me he volcado siempre en el trabajo y que he sido muy independiente. Es cierto que tenerlos joven tiene muchos beneficios, aunque he conocido a padres con más edad y están encantados", dijo en junio del año pasado a la revista 'Yo Dona'.

Un mes después, la dirigente madrileña tuvo que ser intervenida de urgencia tras perder el bebé que esperaba con apenas ocho semanas de embarazo.