Historia de Mascaró: Los 'gucci' españoles que calzan Leonor e influyentes tops llegan al centro comercial: 7 modelos emblemáticos

En los pasados Premios Princesa de Asturias Leonor lució dos 'looks' que coronó con sendos modelos Mascaró, un par rosa maquillaje con tacón de 8 centímetros, y unos 'kitten heel' azul marino. Tanto ella como su madre, la reina Letizia, y su hermana, la infanta Sofía, suelen elegir esta marca nacida 1918 en la localidad de Ferreries, en Menorca, y que ahora acaba de poner una pica en un centro comercial, en el de L'Illa Diagonal de Barcelona. El Grupo Mascaró tiene 70 tiendas propias por todo el mundo, 24 de ellas en España, pero nunca había abierto un establecimiento en una gran superficie.

La primera generación de la empresa se curtió en el humilde taller regentado por los hermanos Mascaró, Pedro, 'mestre Perico', y Antonio. ¿Su especialidad? Zapatillas de ballet. Hoy sus variados modelos (solo en el catálogo FW 2023, por ejemplo, hay más de 200 referencias) juegan en la liga de los grandes, junto a firmas tan glamurosas como Gucci, Prada o Louis Vuitton. Fue en 2008 cuando se produjo el gran salto y el 'boom' de prestigio internacional, cuando la 'top' Claudia Schiffer apareció en público calzando unas Pretty Ballerinas, una de las marcas emblema de Mascaró.

Famosas como Kate Middleton, Kate Moss, Poppy Delevinge u Olivia Palermo se convirtieron en sus mejores embajadoras. Pero no solo ellas.

"Nuestra clienta es una mujer cosmopolita, estilosa y profesional, que busca ir cómoda y siempre elegante en su día a día, pero también se pone unos buenos tacones para salir de noche", responde a este diario Montse Novau, directora de Marketing.

"Hace tres años iniciamos un proceso de 'rebranding' con el objetivo de actualizar la imagen de la mujer Mascaró y la chica Pretty Ballerinas... Quiénes eran, qué leían, en qué trabajaban. En el primer caso, hemos sofisticado su imagen, con un nuevo logo y una nueva tipografía, y con 'boutiques' más minimalistas y con referencias mediterráneas", detalla.

Tercera generación

"Somos una de las fábricas de calzado artesano más antiguas de Europa, lo que nos convierte en uno de los profesionales del sector con más recorrido y experiencia. Además, tenemos la suerte de contar con artesanos que llevan trabajando con nosotros desde hace muchos años, algunos, incluso, son la tercera generación de la misma familia", explica Novau.

En la fábrica de Ferreries actualmente trabajan 200 artesanos y se producen 1.200 pares diarios. Cada zapato pasa por entre 60 y 100 manos durante el proceso de diseño y producción.

La dirección del grupo también ha llegado a la tercera generación.

Jaime, el hijo del cofundador Pedro, se puso al frente del proyecto en los 60, con la profesionalización de los procesos de producción y el impulso de venta en Europa. En 1980, creó la compañía Jaime Mascaró SA.

Sus comienzos no fueron fáciles, por la mañanas trabajaba de electricista y las tardes las dedicaba a montar zapatillas de danza. Tenía 20 años cuando viajó a Barcelona a mostrar en la península el calzado artesanal que se hacía en su isla. Las mamás de las niñas bailarinas empezaron a pedirle más diseños para sus hijas: solo había que ponerles una suela más dura y un tacón pequeño... Así nació la primera colección de bailarinas (germen de las Pretty Ballerinas, lanzadas en 2005).

Nuevas hormas

En los 70 se ampliaron las hormas, los tacones, los botines y las botas de caballería, otro de los iconos de Mascaró.

En 1995, las hijas de Jaime, Úrsula y Lina, la tercera generación, tomaron el relevo. La primera, que estudió diseño en Londres y Nueva York, actualmente ya no está en la empresa, mientras que su hermana, que se decantó por empresariales, es la que ahora está frente del grupo.

Con ellas, llegó la conquista de las 'celebrities' internacionales (en el centenario, en 2018, ficharon a la 'it girl' Olivia Palermo como imagen internacional) y la apertura de tiendas en las capitales más importantes del mundo. También se abrió el foco y el público.

Por un lado, se buscan consumidores más jóvenes, con la adquisición de la marca Muroexe, especializada en calzado vegano ("para una generación de jóvenes profesionales que necesitan productos funcionales y elegantes para su día a día", cuentan desde la marca), y por el otro, también una clientela más popular, como la que suele acudir de compras al centro comercial.