Ruptura real

Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin: diario de una "interrupción matrimonial" amistosa

Una semana después del terremoto de las fotos de la infidelidad del exduque en 'Lecturas', en la familia de la infanta impera el mismo mantra acuñado por uno de los hijos: "Nos vamos a querer igual"

Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina salen de su domicilio en Ginebra, en noviembre del 2014.

Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina salen de su domicilio en Ginebra, en noviembre del 2014. / EUROPA PRESS

Laura Estirado

Laura Estirado

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Una semana después de la bomba de la portada de 'Lecturas' en la que Iñaki Urdangarin paseaba cerca de una playa de la mano de una desconocida -entonces, porque al poco se supo que era Ainhoa Armentia, una administrativa con la que trabaja en un despacho de Vitoria-, la familia de la infanta Cristina, sus hijos y el propio exduque no dejan de repetir que "todo está bien", "son cosas que pasan" y que se van a "querer todos igual". El mantra lo acuñó Pablo, el segundo hijo de la pareja, que el mismo día que se supo de la supuesta infidelidad del exdeportista atendió con exquisita amabilidad a la prensa, tratando de retratar como civilizado y amistoso el proceso de separación de sus padres, cuya historia de amor casi de cuento de hadas se ha ido al traste. Esta es la cronología de la semana 'horrobilis' que Cristina de Borbón querría olvidar.

La bomba de 'Lecturas' (19 de enero)

La noche antes del miércoles pasado, la periodista Pilar Eyre avisó en Twitter de que se venía un bombazo que iba a hacer temblar los cimientos de la familia del rey y de toda la prensa del 'cuore'. En efecto, al día siguiente 'Lecturas' lo petaba con una portada en la que se veía a Urdangarin paseando por una playa de Bidart, Francia, de la mano de Ainhoa Armentia, su compañera de trabajo en el bufete Imaz & Asociados, en Vitoria. Un "escándalo", según han titulado medios internacionales como 'The Guardian' la BBC o la CNN. Casada, de 43 años y también madre de dos hijos, la administrativa ahora tiene cada día en la puerta de casa un enjambre de reporteros que no la dejan ni a sol ni a sombra. Ni a ella, ni a Iñaki, ni a nadie de su parentela. Además, ahora se anuncia un segundo reportaje inédito aún más jugoso, pues una fotógrafa aficionada captó a la pareja de enamorados en agosto -mucho antes de las fotos del 11 de enero que publica 'Lecturas'-, tomando el sol y refrescando los ardores en la misma playa. De momento, ninguna revista o televisión está dispuesta a pagar por las fotos el precio desorbitado que pide la autora. Tiempo al tiempo.

Comunicado conjunto (24 de enero)

El lunes pasado llegó la confirmación en forma de comunicado conjunto con un original redactado. Otra vez. La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han decidido <strong>"de común acuerdo, interrumpir su relación matrimonial"</strong> después de que la pasada semana se conociera el vínculo del exduque de Palma con otra mujer. Con este texto la pareja acallaba especulaciones y aprovechaba para subrayar que el compromiso con sus cuatro hijos -<strong>Juan, Pablo, Miguel e Irene</strong>- "permanece intacto". "Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean. Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin", rezaba el breve texto en el que formalizan su decisión. A diferencia de cuando la separación de Elena de Borbón y Jaime de Marichalar, en 2007, el comunicado esta vez no ha venido de Zarzuela, sino que lo han difundido los propios Cristina e Iñaki, 'apartados' de la familia desde la implicación de Urdangarin en el 'caso Noós, lo que llevó incluso a que Felipe VI revocara el ducado a su propia hermana en 2015. El abogado del vasco, Pascual Vives, también ha hablado de una "voluntad clara de ambos" -delatando, quizá, la postura de la infanta- y ha insistido en ese "mutuo acuerdo" de la pareja. Y aunque ha subrayado que lleva "10 años viéndolos bien", también ha recordado que lleva los mismos años "intentando que las cosas mejoren, desde el 2011".

Urdangarin, como un clavo en el bufete (todos los días)

"Vamos a gestionarlo de la mejor manera posible. Es una dificultad que gestionaremos con la máxima tranquilidad y punto, como siempre hemos hecho. Estas cosas pasan". Parafraseando a su hijo Pablo, al día siguiente de la portada de 'Lecturas', Urdangarin respondía así, con total aplomo, a la prensa que le esperaba a su llegada al bufete vitoriano 'Imaz & Asociados', donde trabaja como consultor desde marzo de 2020 y donde conoció a la mujer con la que ha sido -supuestamente- pillado. En todas las entradas y salidas del trabajo, desde hace una semana, insiste que no tiene "nada más que decir", que "todos muy bien" y que, por favor,<strong> "respeto"</strong>. Algunos de sus vecinos, en cambio, han explicado en los programas vespertinos de la tele que Ainhoa no sería la primera mujer que frecuenta el exjugador de balonmano desde que volvió a Vitoria.

Cumbre secreta en Ginebra (21, 22 y 23 de enero)

Una semana después de 'la noticia', 'Lecturas' vuelve a la carga con una nueva exclusiva: <strong>el viaje secreto de Urdangarin a Suiza para despedirse de Cristina y [dos de] sus hijos</strong>. En portada, una emotiva foto del exduque fundiéndose en un abrazo con su hijo Miguel. Según el nuevo capítulo, Urdangarin se fue el viernes de la oficina antes que el resto de sus compañeros para poner rumbo a Ginebra. Un pesado viaje de algo más de mil kilómetros que hizo en coche. Fue en este cónclave familiar donde se pusieron las cartas sobre la mesa y donde se fraguó el comunicado que conocimos todos este mismo lunes. En la reunión, además de la pareja, estuvieron presentes Irene, la benjamina de la familia, y el citado Miguel.

La madre de Urdangarin da la cara, Cristina aún no (26 de enero)

El domingo por la noche Urdangarin ya estaba de vuelta en casa de su madre, Claire Liebaert, donde reside desde que salió de prisión. La señora ha vivido los acontecimientos recluida en su domicilio, hasta que este miércoles ha salido a hacer unos recados y a airearse. "Ya hemos hablado todos y está todo dicho. Volvemos a ser una familia normal [sic]", ha remarcado muy digna, antes de confirmar que aún no conoce a la tal Ainhoa y que su relación con la infanta "va a ser igual". Por el momento, Cristina es la única que no ha aparecido tras el escándalo. Su hijo Pablo, el 'portavoz' de la familia, ha asegurado que su madre está "muy bien", desmintiendo que esté "hecha polvo" y "destrozada" como apuntan fuentes cercanas a la hermana de Felipe VI. Según escribe Pilar Eyre en 'Lecturas', no ha sido ninguna sorpresa para ella, pues la convivencia estaba rota desde hacía tres años: "A partir de la excarcelación de Iñaki todo corroboraba su separación. Que la infanta continuara viviendo en Ginebra sin ninguna necesidad, sus escasas visitas a Vitoria, siempre ampliamente publicitadas para dar una apariencia de normalidad... Lo sabía la familia, además de los hijos y los amigos íntimos, pero consiguieron vendernos la imagen de una pareja golpeada por la adversidad que permanecía unida contra viento y marea".

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