La C-31 se mantiene libre de prostitución seis años después de que Gavà se propusiera erradicarla

Seis años después de que el Ayuntamiento de Gavà (Baix Llobregat) pusiera en marcha un plan de choque para erradicarla, la autovía de Castelldefels, la C-31, se mantiene libre de prostitución. Solo los carteles de sensibilización de la campaña, con lemas como '¿Tú disfrutas? Ella no', recuerdan que esta vía durante muchos años se asoció a los intercambios de sexo por dinero.

Aunque el plan impulsó muchas medidas, la de hacer llegar las notificaciones de las sanciones a casa de sus clientes fue la clave que permitió, en dos años, acabar con el fenómeno. También ayudó el estallido de la pandemia, como reconoce la alcaldesa de Gavà, Gemma Badia. "La pandemia lo frenó todo, por eso es una muy buena noticia de que una vez pasada no se ha revertido el tema", añade.

Hasta el año 2017, entre 15 y 20 mujeres ejercían la prostitución en la C-31 y en vías secundarias de su entorno. A pesar de que el Ayuntamiento de Gavà llevaba tiempo multando a los clientes, ese año se puso en marcha un plan de choque para abordar la problemática de una manera “más global”.

Gavà enviará sanciones a casa de los clientes de las prostitutas

“Cuando no hay demanda, no hay oferta"

Así, más allá de acciones comunicativas, como la colocación de carteles de sensibilización en la vía, el cierre de caminos rurales, o la retirada del mobiliario urbano que utilizaban, se implementaron acciones de intervención social en apoyo de las mujeres obligadas a prostituirse -a las que no se multaba gracias a una modificación de la ordenanza municipal- y de formación y sensibilización de los agentes de la Policía Municipal.

Sin embargo, la medida más efectiva para erradicar el fenómeno fue, sin duda, la de hacer llegar las notificaciones de las sanciones a casa de los clientes. “Cuando no hay demanda, no hay oferta y nosotros acabamos con la demanda con esta acción tan sencilla”, recuerda la alcaldesa de Gavà, impulsora del plan en su día desde la concejalía de Espacio Público, Seguridad y Convivencia .

La alcaldesa explica que a partir de ahí "corrió rápidamente la voz” de que en Gavà enviábamos las notificaciones de las multas a casa y eso hizo que el número de clientes bajara drásticamente en poco tiempo y, de rebote, el de prostitutas Es un ejemplo de que de las 62 multas a clientes que se impusieron en 2017 se pasara a cuatro dos años después, con la llegada de la pandemia todo se frenó definitivamente.

Aunque el plan sigue vigente, para actuar en caso de detectar a alguna mujer que vuelva a la carretera a ofrecer servicios sexuales, Badia pone en valor el hecho de que después de la pandemia el fenómeno no se haya reproducido, ni siquiera durante verano cuando más oferta había tradicionalmente. "Esto es muy importante", insiste. La alcaldesa recuerda que hace tiempo que no han detectado ninguna prostituta en la vía, al menos en el término municipal de Gavà, y señala que en caso de localizar alguna se activará el protocolo diseñado para ofrecerle ayuda gracias a la formación que los distintos agentes implicados, desde servicios sociales a la policía, han logrado estos años.

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