La industria del deporte

Y usted, ¿qué club de fútbol se querría comprar?, por Marc Menchén

jugadores el leganes en Butarque

jugadores el leganes en Butarque / CDL

Marc Menchén

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Hace unas semanas reflexionábamos en estas páginas porque un cada vez más reducido número de personas podían permitirse comprar alguno de los clubes considerados top en Europa, y por qué estos cada vez valían más. Pero ¿qué sucede cuándo los ojos se fijan en equipos pequeños y medianos? ¿Qué lleva a inversores a apostar por adquirir en Primera Federación o LaLiga SmartBank? En algunas ocasiones es simplemente el precio; en otras, una combinación de lo primero con la confianza de que, con una inversión adicional, trabajo y suerte se conseguirá una revalorización importante.

Me agarro al ejemplo del CD Leganés, probablemente el mayor caso de éxito de los últimos tiempos. La familia Moreno Pavón recogió al equipo en el fútbol semiprofesional y, con menos de 4 millones de euros invertidos y algo más de una década de trabajo, lo vendieron el año pasado por 39 millones de euros y recoger previamente 35 millones de los beneficios que generaron con su paso por LaLiga Santander. Ese es El Dorado que buscan muchos inversores, que llegan con la misión de hacer caja y no por sentarse en un palco para satisfacer su ego.

Hoy el valor

Lega es algo inferior, aunque está por encima del precio promedio de Segunda, que ha pasado de 25,8 millones a 29 millones de euros, según LaLiga Stock Market de 2Playbook. Uno puede asumir lo que algunos piensan que es un sobreprecio - es el coste de certeza-, o bien tomar el riesgo y apostar por lo que se ubican en la franja baja, por debajo de 15 millones.

Real Oviedo, Real Sporting y Real Zaragoza también se vendieron algo por encima del precio promedio, confiando sus actuales dueños en que es muy difícil que desciendan por presupuesto y, en cambio, con buen trabajo se les puede devolver a Primera. Otros creyeron más atractivo ir a por CD Numancia y AD Alcorcón, cuya masa social es muy inferior y todo depende de acertar con la plantilla. Uno está hoy en Segunda Federación y el otro líder de Primera Federación en busca de regresar al fútbol profesional.

La película es distinta en Primera, de ahí que también la valoración ha pasado de 158,1 millones a 174,5 millones. Antes era posible comprar un equipo por menos de 50 millones, pero hoy ese suelo ya sube a 75 millones. ¿La razón? Hay varias, pero destacaría tres: los ingresos continúan creciendo, el dinero de CVC permitirá modernizar clubes que antes no tenían capacidad para hacerlo, y la ayuda al descenso se ha convertido en un seguro de vida para que algunos fluyan de manera constante entre las dos categorías del fútbol profesional español. No es el modelo cerrado de franquicias, pero es lo más próximo a la estable inestabilidad que puede ofrecer Europa.

 

Andalucía y el claro ‘all-in’ por el deporte como plataforma turística

Si es o conoce a alguien que se dedica a la organización de eventos deportivos, no lo dude. Está claro que Andalucía se ha convertido en la ventanilla a la que acudir en busca de apoyo público para ejecutar este tipo de proyectos. La estrategia arrancó con fuerza hace algo más de un año y lo cierto es que el pool de eventos que se han trasladado allí no son pocos, empezando por buena parte de las fases finales de competiciones de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), pero también la atracción de las finales de la Copa Davis a Málaga y manteniéndolas pese a la salida de Kosmos, en lo que parece una naciente buena relación con la ITF. No en vano, también se han quedado ahora en la ciudad la Billie Jean King Cup (Copa Federación) y los torneos masculinos y femeninos de categoría junior, que tendrán lugar en Córdoba. Y a esa lista hay que sumar MotoGP, eventos como la Titan de Almería o campeonatos europeos de distintas disciplinas, nuevas modalidades urbanas… Y algunos dirán, ¿por qué dinero público para esto? Porque, aunque no se lo crean, ese dinero suele recuperarse con creces con el gasto de las cientos y miles de personas que consumen esos días allí, y porque muchos acaban volviendo como turistas tiempo después.