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La renovación de Fira Barcelona depende ahora de Torra

La Generalitat aún no se ha pronunciado sobre la propuesta de la Cambra para los relevos en el consejo ferial

Miquel Valls, Ada Colau, Josep Lluís Bonet y Constantí Serrallonga.

Miquel Valls, Ada Colau, Josep Lluís Bonet y Constantí Serrallonga.

Salvador Sabrià

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La renovación de la presidencia del consejo de administración de Fira de Barcelona, ocupada en prórroga desde hace medio año por Josep Lluis Bonet, y de la mitad de miembros de este organismo está pendiente ahora del visto bueno de la Generalitat. Concretamente del de su presidente Quim Torra, a la propuesta que aprobó el pleno de la Cambra de Comerç de Barcelona.

A finales del año pasado tenía que procederse al cambio de cinco de los nueve miembros del consejo, incluido el presidente, pero la presidenta del Consejo General de Fira, la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, se negó a convocar la reunión con el artículo 155 en vigor y los cargos de la Generalitat estuviesen representados por personas designadas por el Gobierno central.

Tras la constitución del Govern presidido por Torra, y el levantamiento del 155, Colau ya no tendría motivos para no convocar la reunión del consejo ferial. La Cambra de Comerç es el organismo al que le corresponde proponer a los consejeros de la Fira, y al presidente cameral, Miquel Valls, hacer la propuesta de presidente del consejo de administración de Fira. El pleno de la Cambra de Comerç ya aprobó su lista de nuevos consejeros formada por Kim Faura (Telefónica), Helena Guardans (Sellbytel), Mar Alarcón (Social Car), Manuel Vallet (Hoteles Catalonia) y Pau Relat (Mat Hólding). Y se publicó que el candidato de Valls para sustituir a Bonet en la presidencia del organismo ferial es Faura.

Pero todos los nombres del consejo ha de ser consensuados previamente por una comisión institucional formada por representantes de la Generalitat, con su presidente Quim Torra a la cabeza, del Ayuntamiento de Barcelona, liderado por Ada Colau, y la propia Cambra. Y es obvio que el candidato de Valls no prosperará si no cuenta con todos los apoyos institucionales. Por ahora, la Generalitat ni ha convocado esta comisión, ni se ha pronunciado en ningún sentido sobre la lista, aunque hubo cierto malestar por las prisas de Valls para aprobarla sin tener atado el acuerdo.

Colau prefiere una mujer en la presidencia, posiblemente Helena Guardans, que de momento no parece muy dispuesta a corto plazo. Y Faura no ha recibido ningún apoyo público del Govern hasta ahora. Ante este parón se ha puesto en circulación la posibilidad de un presidente de transición. Se trataría de Pedro Fontana, consejero de Fira con un mandato para un año más y que dejó recientemente el cargo de consejero delegado de la multinacional Elior. Fontana también ha sido tanteado por el actual presidente de Foment del Treball, Joaquim Gay de Montellà, como posible candidato a su sucesión al frente de la patronal, pero el empresario ha rechazado de forma clara el ofrecimiento. 

Ante las dudas de la Generalitat, de momento no se ha convocado la reunión del consejo general de Fira, previsto para mediados de julio. El Govern está pendiente de otras urgencias, pero tampoco quiere renunciar a dejar su impromta en la Fira. Ante esta situación no es decartable que el consejo general no se celebre hasta pasado el verano.