Si quieres que vuelva Puigdemont (ahora sí), vota a Puigdemont

No cuesta llevar la cuenta de las elecciones celebradas desde 2017 en las que Junts per Catalunya ha usado de una u otra forma la imagen de Carles Puigdemont para tratar de arrastrar a su parroquia a las urnas: han sido todas. El expresident sigue siendo el 'sant Cristo gros' para una gran parte del nacionalismo catalán, así que no es de extrañar que esa invocación se maximice cuando lo que está por venir son unas elecciones al Parlament. En estos casos, el reclamo suele ser más rotundo: si quieres que vuelva Puigdemont (de Bélgica, donde vive desde 2017), vota a Puigdemont. De manual.

Pese a todo, Puigdemont no ha vuelto hasta ahora. Pero es verdad que las circunstancias han cambiado. La providencia quiso que los votos de Junts fueran imprescindibles para que Pedro Sánchez revalidara la presidencia del Gobierno, y que el líder del PSOE tuviera tantas ganas de repetir en el cargo para embarcarse en una ley de amnistía que, según las encuestas, disgusta a una parte importante de sus votantes. Así que puede que las advertencias sean ahora más creíbles que en las elecciones catalanas de 2021, donde Junts ya cayó hasta la tercera posición.

Todo el mundo es consciente de que una de las principales batallas del 12-M es saber quién se impone esta vez en el pulso independentista entre Junts y Esquerra. Así que los posconvergentes van a jugar fuerte la carta emocional, para enrolar de nuevo a quienes quieren olvidar el naufragio del ‘procés’, a pesar de que ellos también pactan ya tranquilamente con el PSOE. Las reacciones en las redes al anuncio de Gonzalo Boye en el sentido de que Puigdemont puede volver tras la campaña aunque aún no esté amnistiado y lo puedan detener, revelan que un sector de los republicanos sigue temiendo su aura, y la posibilidad de que la exposición del expresident a un martirio exprés pueda decantar las elecciones. 

Al margen de qué pase con Puigdemont, el adelanto electoral catalán se ha comentado desde muchos otros prismas en las redes sociales. Por ejemplo: la obsolescencia, la holgazanería o ambas del equipo de comunicación del Parlament, que en el tuit en el que informaban de que Pere Aragonès convocaba a las urnas incluyeron no una imagen oficial del president en Palau (o ninguna imagen, simplemente), sino una triste foto de un televisor en el que se veía a Aragonès haciendo el anuncio.

Ada Colau y Yolanda Díaz también han sido protagonistas inesperadas del adelanto. Aragonès ha señalado a la exalcaldesa de Barcelona como responsable del adelanto, por ordenar que los Comuns votaran contra los presupuestos de la Generalitat en represalia por quedarse ella fuera del gobierno municipal en Barcelona hace unos meses. En Madrid, los socialistas miran a la vicepresidenta del Gobierno por lo mismo, por no obligar a Jéssica Albiach a aprobar esas cuentas y por no imponerse a su amiga la exalcaldesa. Colau se ha defendido acusando a Aragonès de precipitar la convocatoria para intentar que Carles Puigdemont no pueda presentarse. Y también insinuando que es un machista y que debería disculparse con Albiach. No es que sea una novedad histórica, pero no parece haber buen rollo en la izquierda.

Según esa teoría del president, la inflexibilidad de Colau habría provocado no solo el adelanto electoral en Catalunya, sino también la caída de los Presupuestos del Estado, y el primer tropiezo serio del Gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar. Y algunos ya sacan pecho por todo ello. "Todo empezó cuando el PP impidió que Colau entrase en el gobierno municipal de Barcelona. Maravilloso efecto mariposa el de aquella investidura", se jactó el concejal popular en Barcelona Juan Milián.

No solo de elecciones catalanas viven las redes sociales, y menos en una semana en la que se sortean los cuartos de final de Champions. La competición se presenta este año muy interesante por el nivel de todos los equipos clasificados, y también por el morbo que suscitan dos de los cruces que ha deparado el bombo: el Barça-PSG y el Real Madrid-Manchester City. En el primer caso, los azulgrana se enfrentarán al entrenador que les hizo ganar su última Champions y, además, en su equipo está Kylian Mbappé, que tiene la oportunidad de empezar a ganarse las simpatías de los aficionados del Real Madrid antes de vestirse de blanco, como parece que va a pasar.

"Ver a Mbappé eliminando al Barça va a ser bonito también", resume @madridisme. "El último servicio de Mbappé: 1. Eliminar al Barça. 2. Eliminar al Atlético", pide @MrChamartin. Porque, como recuerda este usuario de X, quien pase la eliminaria entre los azulgranas y los franceses se enfrentará a quien venza en el duelo entre el Atleti y el Borussia Dortmund.  

En cuanto al Madrid, siempre es especial para ellos jugar contra un equipo entrenado por Pep Guardiola, aunque el City, vigente campeón, es el claro favorito de nuevo este año. Ya han empezado las cábalas: "Carlo Ancelotti es el único entrenador del Real Madrid desde que Guardiola es entrenador que ha conseguido eliminarlo en una eliminatoria de Champions. No lo ha hecho una vez sino dos y en ambas el Madrid acabo ganando la Champions. ¿No creo que seas capaz de volver hacerlo, no?", escribe @valentine_fey. Aunque también hay madridistas que no le perdonan a Mbappé los feos que ha hecho a su equipo en los últimos años. "Me acabo de dar cuenta de que Mbappé, Barça o Atleti van a llegar a la final de la Champions. Jodido es poco", se lamenta @Mourinhismo__.