Abro hilo

Comer es de pobres, tener brazos es de pobres

Los desvaríos de un ‘tiktoker’, los cambios en los deportes y Carles Puigdemont protagonizan la semana en las redes

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Daniel G. Sastre

Daniel G. Sastre

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Cómo ser una 'fucking' bestia, según Llados

En algunos entornos, los trabajadores son siempre sospechosos de no esforzarse lo suficiente para recompensar el enorme sacrificio que los empresarios han hecho contratándolos. Esa filosofía se ha filtrado como el agua de lluvia entre las capas sociales, y no es de extrañar que haya llegado a las más bajas, intelectualmente hablando: las que representa, por ejemplo, el inefable Amadeo Llados, estrella de las redes sociales. Este tipo, que en su día situó cronológicamente el imperio romano en 1930, da en un nuevo vídeo otra muestra de audacia discursiva.

Durante una entrevista, Llados habla de cómo debe comportarse un trabajador para enriquecerse y triunfar en la vida. "Le dices: ‘Oye, jefe, déjame alguna otra tarea que te quiero hacer’. ‘¿No vas a comer?’. ‘Fuck. Comer es de pobres, bro. Tengo aquí el sandwich, dime qué tengo que hacer’", empieza. "Y en vez de irte a las cinco te vas a las fucking ocho. Haz eso, pero no me preguntes por cuánto fucking tiempo. Hazlo sin esperar nada a cambio, porque quieres sentirte más fucking bestia. De repente, ascenderás como la espuma", continúa. La publicación tiene decenas de miles de likes, casi 100.000.

Es fácil ridiculizar este tipo de argumentos, pero no lo es hacerlo con la maestría de Kike García, uno de los integrantes de El Mundo Today. Por la vía de llevar al extremo la lógica de Llados (es decir, solo un poco más allá que él), la desnuda de toda su supuesta épica. "Le preguntas: ‘¿Jefe, a qué hora se empieza, a las ocho? Pues yo voy a estar allí a las tres de la madrugada. Dormir es de pobres, cobrar es de pobres, tener metabolismo es de pobres. ¿Un órgano? Te lo doy. Tener dos riñones es de pobres. ¿Necesitas que me meta dentro de la hormigonera para hacer hormigón?’. Te fucking metes, para demostrarle que estás más implicado que nadie. Y haces el cemento tú con la boca. ¿Que se te quedan los brazos atascados en la hormigonera y los pierdes? Pues tanto mejor, menos lastre. Tener brazos es de pobres".

Entrevista a Kike García y Xavi Puig componentes de El Mundo Today.

Entrevista a Kike García y Xavi Puig componentes de El Mundo Today. / David Castro

Tarjeta azul al fútbol moderno

Cambia, todo cambia. Incluso los ámbitos que más se resisten a la evolución acaban abrazando las transformaciones, íntimamente ligadas al progreso. La regla sirve también para los deportes: incluso los que han tenido más éxito, como el fútbol, se han ido adaptando a los nuevos tiempos. El fuera de juego quedó definido en 1925; hasta 1958 no se permitía a los equipos hacer ninguna sustitución; en el Mundial de 1970 aparecieron las tarjetas amarillas y rojas y, más recientemente, en 2018, se generalizó el VAR. 

Siempre ha habido quejas en torno a estos cambios. En los últimos años, incluso ha hecho fortuna el lema 'Odio al fútbol moderno', que propugna un retorno a los orígenes, no se sabe si a la Inglaterra del siglo XIX o a la China del siglo III antes de Cristo, donde se jugaba a un juego con pelota que algunos señalan como antecedente. En cualquier caso, las protestas se están renovando esta semana: la International Football Association Board (IFAB), el organismo encargado de las modificaciones reglamentarias, ha anunciado la introducción de la tarjeta azul. En determinadas circunstancias, los jugadores podrán ser expulsados durante 10 minutos, y luego volver al campo.

Basta echar una ojeada a X, antes Twitter, para darse una vuelta por las objeciones a esa modificación. "Murió el fútbol", dice de cachondeo @TriggerFCB, en un mensaje que acompaña con el dibujo de un balón adornado con un crespón negro. "¿Cuándo meterán el dado?", se pregunta @Sandrovn10, en una clara referencia al circo de la Kings League. Hay otras más explícitas: "Es tu culpa, Gerard Piqué, la Kings League se ha cargado el futbol de hace 100 años". Es de esperar que todas estas alharacas queden olvidadas en cuanto se ponga en marcha la nueva norma, como anecdóticas son ahora las voces que claman contra el VAR y otras tecnologías que ayudan a hacer el juego más justo.

El árbitro expulsa a Calero en el partido de este viernes ante el Zaragoza.

Una expulsión. / VALENTI ENRICH

Puigdemont y la expectación

Todo el mundo sabe, empezando por los responsables de audiencias de las televisiones y otros medios de comunicación, que hay personajes que disparan por sí solos los audímetros. Es gente que parece que en su infancia se cayó en la marmita de la capacidad de generar expectación. En España, en el terreno político, Carles Puigdemont no tiene rival en los últimos años, desde que encabezó el intento de referéndum de 2017, la posterior escenificación de la declaración de independencia, su consiguiente marcha de Catalunya, los ulteriores tiras y aflojas con la justicia española y su dispar éxito electoral, que en las últimas elecciones generales le ha dado la llave de la gobernabilidad en España.

Es innegable que todo lo que hace Puigdemont provoca curiosidad desde hace años, y, en ese sentido, este jueves fue un día de mucho ajetreo en las redes sociales. Confluyeron varias noticias en torno al expresident: la de que el Parlamento Europeo se interese por sus eventuales lazos con Rusia, la de su ruptura con Lluís Llach -que ha abandonado el Consell de la República por los pactos de Junts con el PSOE– y la del escrito que publicó el propio Puigdemont doliéndose de lo que interpreta como una persecución judicial.

Sería inútil querer recoger en este espacio todas las reacciones que se produjeron a estos acontecimientos: se cuentan por miles. Como siempre ocurre con estos personajes, la visceralidad, a favor o en contra, está a la orden del día. Valgan algunos ejemplos de cada lado. "Me parto: Lluís Llach abandona a Puigdemont por sus lazos con el PSOE", dice la periodista Maruja Torres (@MistralS). "¿Quieres que el president acabe su trabajo, Lluís? Su trabajo era no entrar en la cárcel y volver a Catalunya libre de cargos y es en lo que está trabajando?", se queja contra el cantautor el usuario @JoseP_1_.

Carles Puigdemont.

Carles Puigdemont. / EP