Abro hilo: Vuelven los 90, vuelve el 'peix al cove'

La memora sentimental de muchos catalanes se agitó esta semana durante la tramitación de los decretos sociales del Gobierno. La oposición tumbó uno de ellos con la ayuda de Podemos –si aún viviera gente que hizo la Guerra Civil seguro que también se le habría activado algún resorte cerebral, recordando la división de la izquierda durante la contienda–; los que salieron adelante, lo hicieron con el apoyo in extremis de Junts. Fueron votos a cambio de competencias, aunque no esté nada claro qué se puede traspasar exactamente a la Generalitat en materia de inmigración. Vuelve 'el peix al cove', el auténtico, a cargo de sus menestrales genuinos, no los de Esquerra que han usurpado su puesto.

Hablando de ERC: no puede decirse que vuelva, porque nunca se había ido, la lucha por la hegemonía soberanista, pero ese revolverse contra Junts, ese complejo de inferioridad mal disimulado, ese malestar explícito, ha revuelto también los recuerdos de muchos. Como un panellet de Proust, el pacto entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont evocó en una parte de la sociedad catalana los largos años en los que Jordi Pujol ninguneaba a los republicanos. 

Los medios, y también las redes sociales, han sido escenario primordial de la batalla. "Gracias a este acuerdo, la Generalitat podrá hacer una gestión integral en materia de inmigración", presumía Jordi Turull en Catalunya Ràdio. Oriol Junqueras, cuyo partido es quien en realidad gestiona la Generalitat, se pronunciaba en X: "Abrazar los discursos de la extrema derecha que criminalizan a las personas migrantes, lejos de resolver las situaciones de pobreza y exclusión, pone en riesgo la cohesión social". Y otros tuiteros también recelan de las intenciones de Junts. "En Catalunya durante un tiempo todos éramos Rosa Parks. Ahora ya no. Ahora soñamos con expulsarla del autobús, porque los asientos son nuestros", dice @anna_socjo.

En la era de la inmediatez y la omnipresencia de las redes sociales, los matices son difíciles de percibir. Pero incluso después de varias visualizaciones cuesta discernir si en la entrevista que Pablo Motos le hizo a Sofía Vergara el pasado lunes había complicidad entre entrevistador y entrevistada o pitorreo de la entrevistada hacia el entrevistador.

No importa mucho: el público ha determinado que Motos estaba de verdad poniendo en cuestión el acento en inglés de Vergara, cuyo personaje en 'Modern Family' ha cautivado a millones de espectadores en todo el mundo. Y numerosos medios internacionales se han lanzado al cuello de ese comunicador ignoto para ellos. "Sofía Vergara se revuelve contra el entrevistador que intentó burlarse de su acento: ‘Oh, porque tú hablas mejor inglés que yo. ¿Cuántas nominaciones al Emmy tienes en Estados Unidos’", reproducía la conversación alguno de esos mensajes en redes sociales. El eco internacional de la conversación entre ambos, que se ha viralizado, demuestra que la fama de Vergara sigue siendo mayúscula 15 años después de que se emitiera el primer capítulo de 'Modern Family', y más de tres años después de que se rodase el último.

También empuja a pensar que no hubo buen rollo entre Motos y Vergara el hecho de que la productora de 'El hormiguero' persiguiera a las cuentas de X que habían publicado algún fragmento de la conversación y les hiciera retirar esos vídeos. El programa 'APM' de TV3 fue uno de los afectados: en lugar de las imágenes que había colgado en esa red social, ahora sale un mensaje donde se informa de que se han eliminado "en respuesta a una denuncia del titular de los derechos de autor". El montaje con el que respondió el programa a ese veto ya tiene más de 2.000 republicaciones y más de 9.000 'likes'.

Mucha gente que no ha leído a Foster Wallace se embarcó en un crucero que va a dar la vuelta al mundo durante nueve meses. No son los únicos números mareantes de la singladura: la habitación más barata costaba 60.000 dólares por persona, visitará más de 150 destinos, los pasajeros tienen barra libre de alcohol durante todo el periplo. El Serenade of the Seas zarpó de Miami el 10 de diciembre, y a estas alturas ya es todo un fenómeno de las redes sociales por los múltiples percances que, como era de esperar, han tenido lugar a bordo, y que están siendo documentados a diario, sobre todo en TikTok, por algunos de sus ocupantes.

También un hilo en X resume algunos de los problemas, la mayoría esperables: muchos pasajeros ya no se soportan y se han formado camarillas, durante algunos días se acabó el vino, hay confusión sobre la simbología que indica que en algunas habitaciones hay swingers, se inundó una cubierta, los pasajeros chinos se quejan de que no entienden los mensajes en inglés, hay broncas conyugales, se rumorea que ya se han producido los primeros contagios de covid...

Este fin de semana, el Serenade of the Seas afronta un momento crucial de la travesía. El barco va a pasar por el Pasaje de Drake, el estrecho situado entre la Patagonia y la Antártida, considerado uno de los más problemáticos de los océanos mundiales. Estaba previsto que lo hiciera unos cuantos días después; sin embargo, el capitán avisó a los pasajeros de que se iba a adelantar ese momento para evitar que el crucero tuviera que surcar "durante 55 horas, olas de cinco a seis metros". En verano atracará en España: Palma (8 de julio), Barcelona (9 de julio), Valencia (11 de julio), Cartagena (12 de julio), Málaga (13 de julio) y Vigo 19 de julio) serán sus paradas. Si el barco llega a puerto en Miami el 10 de septiembre sin haber lamentado ninguna desgracia mayor, ya será todo un éxito.