Campeonato internacional

Los escultores catalanes que construyen en la vida real el reino de hielo de Arendelle: "El arte efímero es belleza"

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La construcción de la escultura de nieve de Harbin

La construcción de la escultura de nieve de Harbin / ROGER VILANOVA

Alba Giraldo

Alba Giraldo

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El reino de hielo de Arendelle existe en el mundo real (eso sí, sin Elsa, Anna, Olaf y Kristoff). El paisaje de ensueño que dibuja la película de Disney 'Frozen' se hace realidad en Harbin, una ciudad en el noreste de China, muy cerca de la frontera con Rusia, que vive bajo la influencia del duro invierno siberiano. La temperatura media en los meses más fríos es de 17 grados bajo cero, aunque el termómetro puede llegar a marcar los 38 grados bajo cero. 

El ambiente gélido, la nieve y la falta de sol atrae a miles de visitantes cada año a la ciudad de hielo más grande del mundo. ¿El atractivo turístico? El festival internacional de esculturas de hielo y nieve que se celebra anualmente. Un universo de fantasía y de cuento que acoge todas las figuras y construcciones congeladas que se pueden imaginar.

Roger Vilanovaa Alcón, Adrià Vilanova Alcón, Lluis Ribalta Coma-Cros e Iban Martínez Morgado

Roger Vilanovaa Alcón, Adrià Vilanova Alcón, Lluis Ribalta Coma-Cros e Iban Martínez Morgado / ROGER VILANOVA

En este idílico paisaje se celebra el campeonato mundial de escultura en nieve y hielo. Roger Vilanova Alcón, Adrià Vilanova Alcón, Lluis Ribalta Coma-Cros e Iban Martínez Morgado han sido los únicos catalanes en participar y han conseguido el tercer premio durante esta edición. Los escultores han competido contra gente de todo el mundo, entre ellos participantes que vienen de lugares con temperaturas muy bajas y tienen experiencia en estos ambientes extremos, como los Alpes o Rusia.

Difícil preparación

Los cuatro participantes han concursado en la modalidad de nieve, creando una escultura de cuatro metros de altura por tres de ancho en tres días y medio a una temperatura inferior a los 20 grados bajo cero. Para tallar los bloques de hielo sacados del río Shongua se utilizan motosierras, cinceles y picos de hielo, entre otros materiales. "Lo tienes que tener claro desde casa, envías un proyecto unos meses antes y hacen una selección de los que más les gustan", explica Roger Vilanova a este medio horas después de regresar de China. 

Los escultures catalanes trabajan su obra

Los escultores catalanes trabajan su obra /

En la competición se encuentran con participantes de partes del mundo que conviven con temperaturas muy bajas y pueden trabajar sus esculturas previamente. "En casa no podemos practicar, no hay hielo y no hay nieve", expone el escultor. "Trabajamos con hierro, madera, piedra... Son materiales que no se parecen, pero la técnica puede ser similar. Cada movimiento lo llevamos pensado, pero no ensayado", comenta sobre las dificultades que tienen respecto al resto.

Arte efímero

La escultura que presentaron en China habla del paso del tiempo. "Todo tiene su fin, pero a la vez es infinito, como la hoja que se desprende del árbol y al caer al suelo vuelve a formar parte del mismo. Todo lo que acaba muriendo vuelve a formar parte del todo y después de resurgir", expresa Vilanova. De ese transcurso de la vida, surge "la fortaleza ante los obstáculos, aprender de las experiencias, los errores y los aciertos".

Este mensaje también hace referencia a su arte. Cuando el hielo y la nieve se derriten, su obra desaparece. "Me encanta el hecho de que sea efímero, para mí es belleza. Un día se acaba y después todo continúa", considera, remarcando que para ellos es importante apostar por la abstracción de las formas y "no solamente llevar estética, sino aportar un mensaje y una reflexión".

En los próximos meses, los escultores seguirán exponiendo sus construcciones de hielo en lugares como los Alpes italianos y Letonia: "Tenemos ganas de compartir, investigar, probar nuevos materiales y llevar nuestras obras por el mundo".