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Imagen de archivo del campo de exterminio de Auschwitz.

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Auschwitz fue el mayor campo de exterminio creado por el nazismo en la Polonia ocupada. Se calcula que más de un millón de personas murieron asesinadas en Auschwitz-Birkenau desde su apertura en mayo de 1940 hasta enero de 1945, cuando el ejército soviético liberó a los últimos prisioneros.

Ahora, la dirección del museo memorial para las víctimas del campo de exterminio nazi denuncia la instalación de una furgoneta de venta de helados y de un aseo portátil a 250 metros del acceso principal al recinto.

"Una falta de respeto"

El portavoz del museo memorial, Bartosz Bartyzel, ha denunciado que se trata de elementos "no solo de mal gusto estético, sino que también son una falta de respeto a un sitio histórico". Además, un responsable municipal de la ciudad de Oswiecim, donde se encuentra ubicado el campo de Auschwitz, ha dicho que investigarán si el propietario de la furgoneta de helados tiene todos los papeles en regla.

Sin embargo, los responsables reconocen que carecen de autoridad para retirar ninguno de los dos elementos portátiles, porque los han instalado fuera de la zona de protección del Memorial del Holocausto, en una zona de titularidad privada.

Permisos y contradicciones

Andrzej Skrzypiński, concejal de la ciudad de Oswiecim, explicó que el plan de desarrollo urbano de la ciudad señala la necesidad de un permiso previo para un negocio de este tipo, aunque exista un contrato privado entre el dueño del terreno y el del puesto de helados. "Estamos investigando este problema", confesó el concejal. "Informaremos a las autoridades correspondientes y les instaremos a que tomen medidas", añadió.

La fundación, que administra el museo de Auschwitz, subrayó que "hay un centro de atención al turista en el museo, donde los visitantes pueden comer, beber o ir al baño", lo que hace inexplicable que "de repente aparezca un carrito de helados se ve terrible" frente a la entrada de Auschwitz.