¿Declaración de intenciones?

Las redes critican la idea de que Trump sea la quinta cara del Monte Rushmore

El presidente de EEUU bromea en un mitin con la posibilidad de ser inmortalizado en el monumento de granito

Las caras del Monte Rushmore.

Las caras del Monte Rushmore. / periodico

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Siempre polémico, el presidente de Estados Unidos Donald Trump suma una nueva muesca en su cinturón mediático, y esta vez a base de una ambigua ironía. "¿Estará algún día Donald Trump en el Monte Rushmore?", fue la provocadora pregunta que le hicieron algunos de los asistentes a un mitin en el estado de Ohio. El presidente se lo tomó a broma: "Si alguna vez respondiera a esa pregunta, aunque fuera totalmente en broma, los medios manipuladores de este país dirían: '[Trump] cree que debería estar en el Monte Rushmore'. Así que no voy a contestar". Sin embargo, a continuación añade: "Lo van a decir de todas formas, ya veréis mañana: 'Trump cree que debería estar en el Monte Rushmore', ¿no es terrible?", según se puede ver en un vídeo colgado en el Facebook de la NCB. Solo Trump sabe dónde acababa la broma, pero las redes sociales no han dudado en responderle, por si acaso:

Tuits, memes, caricaturas y un largo etcétera están arrasando en las redes con la posibilidad de que Trump, a lo quinto 'beatle', se convierta finalmente en la quinta cara del Monte Rushmore.

"¿En el Monte Rushmore? Él es más del Vesubio", "México deberá pagar el monumento" o "A lo mejor su sitio es en el culo de la montaña", son algunos de los comentarios que han circulado por las redes. 

A la corriente de humor se han sumado también famosos y artistas, como el rapero Snoop Dogg, que ya en anteriores ocasiones se ha manifestado en contra del presidente. En este episodio ha recuperado un oportuno vídeo en el que, junto a otros músicos, parodian un hipotético Monte Rushmore bastante diferente al propuesto por determinados seguidores de Trump.

No obstante, la perspectiva no parece tan teórica para otros: algunos ya han iniciado campañas de recogidas de firmas en la plataforma Change.org para hacerlo realidad, sin dejar claro tampoco qué hay de cierto y qué de chanza. Otros, en cambio, lo tienen claro.