Quintana Roo: la macroapuesta mexicana del Espanyol

Las sonrisas han vuelto al Espanyol con las dos últimas victorias que acercan de nuevo al equipo a la zona de ascenso directo. En la cúpula blanquiazul no cabe otro objetivo que no sea el de subir a Primera por la vía rápida para evitar una ruina económica que nadie se plantea. Pero más allá del césped, la entidad sigue moviéndose para cuadrar sus números. Generar ingresos por sí mismos es la gran finalidad, tal y como proclama el CEO Mao Ye. La búsqueda de otras líneas de negocio alternativas a la TV y la venta de jugadores es la principal obsesión.

En ese camino se enmarca el ambicioso proyecto que el Espanyol ha impulsado en México, concretamente en el estado de Quintana Roo. "La necesidad agudiza el ingenio", sostiene el subidirector general Toni Alegre. El club se felicita por consolidar el potencial del estadio y apuesta por la expansión en cuatro mercados estratégicos: China, Sudáfrica, Indonesia y México.

"Único en la Liga"

Se trata en los cuatro casos de países con mucha población, hambre de fútbol y posibilidades de crecimiento económico. "El proyecto de México es único en la Liga", remarca Alegre sobre esta iniciativa socio-deportiva que ayudará a compensar números sin fiarlo todo a la venta de futbolistas. El proyecto cuenta con la implicación de la gobernadora mexicana Mara Lezama, que definió la alianza como "un paso adelante para el deporte y la juventud" de su estado.

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Con una población de dos millones de habitantes, las posibilidades de expansión en esta región turística son enormes. Es un proyecto más complejo que una simple ciudad deportiva que empezará a ser realidad con el inicio de las obras en el segundo semestre de 2024. El centro de alto rendimiento deportivo brindará a los jóvenes talentos locales y nacionales las herramientas, instalaciones y entrenamiento de primer nivel para potenciar sus habilidades en el deporte. La formación de técnicos a partir de la metodología blanquiazul será otra de la funcionalidades.

El Mundial de 2026

El acuerdo también incluye la realización de clínics de fútbol en diversas regiones del estado de la península de Yucatán para fomentar el desarrollo y tecnificación de los más jóvenes en colaboración con los equipos de Quintana Roo. Los primeros servicios de esa 'Dani Jarque a la mexicana' deberían estar operativos a finales de 2024 aunque el foco se sitúa especialmente en 2026.

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Enfrascado en la pelea por lograr que el Stage Front Stadium sea una de las sedes del Mundial 2030, el Espanyol también quiere tener protagonismo en la cita anterior, que acogerán Estados Unidos, Canadá y México. El deseo del club perico es que sus futuras instalaciones de Quintana Roo sean elegidas por alguna selección para su concentración durante el torneo.

Cinco campos de fútbol

Aunque todavía quedan cosas por definir, se prevé la construcción de cinco campos de fútbol y otros espacios polivalentes. El Espanyol destinará una pequeña parte de los 54 millones que recibirá gracias al acuerdo con CVC que por contrato deben dirigirse a partidas como infraestructuras y mejora del negocio.

Norteamérica es el nuevo nicho de mercado para un club que ha encontrado un núcleo estratégico en México, un país futbolero por excelencia que incrementará su pasión como anfitrión del campeonato del mundo que se avecina. El Espanyol quiere aprovechar ese tirón y ser coprotagonista de esa fiebre.

Desde 2011

No hay que olvidar que la entidad perica ya firmó un interesante acuerdo con acento americano al ceder los naming rights del estadio a Stage Front, empresa tecnológica estadounidense especializada en la venta de entradas.

Ahora se agrega una segunda vía de negocio al otro lado del Atlántico en un lugar que tampoco es desconocido para el club perico. El Espanyol mantiene vínculos con Quintana Roo desde 2011, cuando empezó a lucir publicidad de Cancún en la camiseta del primer equipo.