Garagarza agita la cantera del Espanyol: la filosofía del nuevo modelo

Una imagen se hizo viral hace un mes entre los hinchas pericos. En el campo 3 de la ciudad deportiva Dani Jarque aparecía un hombre achicando agua para secar el terreno de juego en el que se debía disputar la segunda parte de un partido del Espanyol femenino. No era un empleado cualquiera. Se trataba del director deportivo Fran Garagarza, que arrastraba una portería pequeña arriba y abajo para disolver los charcos que había dejado la lluvia. Ese sencillo gesto fue elogiado en las redes por la parroquia blanquiazul.

Su presencia en Sant Adrià no fue casualidad. El ejecutivo pasa muchas horas en la 'fábrica' perica, que vive momentos de cambio. En las últimas semanas la crisis deportiva del primer equipo ha venido acompañada de turbulencias en el fútbol base. Garagarza pegó un volantazo con el despido de Luis García y la llegada de Ramis, demostrando un pleno poder que ya se le suponía. Ese mando alcanza también a una cantera que empieza a tener el sello del dirigente vasco.

Auditoría completa

Cuando Garagarza llegó al Espanyol se encontró con todo decidido, desde el entrenador del primer equipo a los técnicos de la cantera. Su primer cometido en el fútbol base fue realizar una especie de auditoría, un estudio del fútbol base que ha durado meses. Identificó los errores hablando con gente del club y estableció tres puntos que marcarían su plan: implicación, cambio de energía y dedicación.

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Tres ideas que conducen al objetivo final de revitalizar el sentimiento perico. Para ello, Garagarza ha trazado un plan estratégico a medio y largo plazo pensando también en los ciclos formativos de trabajo, desde la 21 al primer equipo.

La parcela mental

El modelo incluye la vertiente académica y personal, con la incorporación de Mar Rovira como nueva directora del departamento de rendimiento mental. La reconocida psicóloga lidera esta nueva parcela estratégica para el cuidado de la salud y el rendimiento de los deportistas. El objetivo es potenciar la formación no solo deportiva sino también personal de los chavales.

Recuperar la identidad con una estructura que perdure en el tiempo es el deseo del director deportivo, líder indiscutible de una planificación en la que estará acompañado por jefes de áreas específicas. Las limitaciones económicas, con 22 millones de pérdidas en el último curso, obligan a confiar en la cantera.

En su plan global, el director deportivo quiere un Espanyol con más canteranos identificados con el club, recuperar las conexiones perdidas con otras entidades catalanas, retener el talento y potenciar técnicos de la casa. Esa es, al menos, la teoría de un ejecutivo que ya pasó tres años en el fútbol base del Eibar antes de instalarse en los despachos.

El palo de Tamudo

La reestructuración se ha llevado por delante en las últimas semanas a Mikel Azparren, director de la cantera blanquiazul desde el pasado mayo. También ha caído esta semana Alberto Lopo, el exjugador perico que llevaba con escaso éxito las riendas del juvenil B.

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Otro exfutbolista, el mítico Raúl Tamudo, despedido hace cinco meses por Chen Yansheng, lanzó un mensaje este fin de semana en una entrevista en Catalunya Ràdio: "El Espanyol debería potenciar mucho más la cantera. Hay que apostar por los jóvenes antes de recurrir a fichajes que no tienen nivel. He visto muchos futbolistas en la cantera que podrían estar en la élite y han tardado mucho en debutar en la primera plantilla". El astro colomense criticó la venta de jugadores como Luca Koleosho y apeló al "sentimiento" para retener a los talentos de la casa.