La crisis blanquiazul

El amargo adiós de Diego Martínez en el Espanyol: "Esto duele mucho"

El técnico se despide del club perico diez meses después de su fichaje con la frustración de no poder concluir su camino.

La trituradora de Chen Yansheng: nueve entrenadores en siete años

Diego Martínez, en una rueda de prensa.

Diego Martínez, en una rueda de prensa. / RCDE

Raúl Paniagua

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Llegó al club el 31 de mayo de 2022 y ya es historia. Diez meses ha durado Diego Martínez en el banquillo del Espanyol. La trituradora de Chen Yansheng también se llevó por delante al técnico gallego, que tenía una vida extra en Girona pero no la pudo aprovechar. Con cuatro derrotas consecutivas y en plena lucha por eludir el descenso, el dirigente chino apostó por un golpe de efecto, un volantazo en toda regla en busca de un revulsivo. Luis García, el exjugador perico, será el nuevo entrenador. Evitar el infierno vivido en 2020 con la caída a Segunda es el objetivo. 

El ya extécnico del Espanyol se despidió este lunes en el Auditorio del RCDE Stadium, rodeado de parte de la plantilla, el consejero Mao Ye y el director deportivo Domingo Catoira, que se mantiene en el cargo de momento. No fue un adiós fácil para el entrenador, que se emocionó en algún momento de su discurso. “Han sido horas muy intensas. Dejo un proyecto que me llenó. Tengo el pesar de que nos marchamos sin terminar de recorrer el camino hacia el objetivo. Me presenté un 31 de mayo con una mochila cargada de ilusión y ambición. Me despido con mucha tristeza, esto duele mucho”, aseguró Diego Martínez. 

"Un 20 sobre 10"

El preparador asumió la responsabilidad de la situación en una trayectoria con más errores que aciertos que ha llevado al equipo a esta crisis. “Cuando las cosas importan duelen más. Es un momento duro. El fútbol y la vida es así: a veces la cosas no salen”, agregó, claramente afectado por una salida que llega mucho antes de lo que esperaba.

“Lo he dado todo. Sabíamos que sería un camino lleno de dificultad. Estábamos preparados para esto. Respeto la decisión del club, pero no la comparto. Estoy convencido de que el equipo va a lograr el objetivo. Me voy sin reproches”. No quiso ser muy crítico, pero dejó un mensaje para reflexionar: "Todo proyecto es un proceso y el nuestro tenía que empezar desde otro punto y más despacio".

El técnico se mostró muy respetuoso con sus jugadores. “Pongo un 20 sobre 10 a los profesionales que forman parte de esta plantilla. No los puedo mirar porque me emociono”, soltó antes de recalcar su mejor aportación. “Este equipo está unido, eso significa que hemos hecho cosas muy buenas”. Entre los lamentos, volvió a recordar esos errores puntuales que tanto han dañado al Espanyol, especialmente en los partidos de casa, la gran lacra de esta temporada. 

Luis García, el noveno

El despido de Diego llega 11 meses después de la última destitución de Chen, la de Vicente Moreno, el preparador valenciano que fue fulminado después de confirmarse la salvación matemática del equipo a dos jornadas del final de Liga, un objetivo que ya se había logrado virtualmente semanas antes. 

Luis García, en un partido como jugador del Espanyol. 

Luis García, en un partido como jugador del Espanyol.  / EFE

Luis García, que brilló como jugador en el Espanyol entre 2005 y 2011 (220 partidos, 47 goles), solo ha dirigido al Juvenil de la Damm y al RSC Internacional, el segundo filial del Madrid. A sus 42 años vuelve a su casa. Será el noveno técnico en siete años de Chen en el club desde su desembarco en enero de 2016, cuando proclamó su deseo de ver al Espanyol en la Champions en menos de tres años. Por entonces, estaba Constantin Galca en el banquillo.

Quique Sánchez Flores fue la primera elección del empresario con plenos poderes. Luego vendrían Rubi, David Gallego, Pablo Machín, Abelardo, Rufete, Vicente Moreno y Diego Martínez. Rubi, el actual preparador del Almería, fue el único que no sufrió la guillotina. Se fugó al Betis en junio de 2019 tras una notable temporada en la que devolvió al equipo a Europa. 

"Ha sido un honor"

Aunque siempre se mostró convencido de sacar adelante el proyecto, el pulso de Girona fue el último que dirigió el técnico gallego, que ha estado 10 meses en el cargo. Atrás queda ya de su ilusionante presentación el 31 de mayo pasado. “Podemos conseguir cosas que ahora mismo ni imaginamos”, proclamó entonces el extécnico del Granada, que llegaba al RCDE Stadium tras un año sin entrenar que aprovechó para viajar a Inglaterra con su familia.

Firmó con el Espanyol hasta 2024, convencido de hacer un buen trabajo. “El Espanyol es un sentimiento único y quiero vivirlo”, dijo también en su estreno. “Hemos sentido muy cerca a los pericos. Llegué siendo un vigués de Granada, me voy con la força del sentiment de un perico que ha calado hondo en mi corazón. Muchísimas gracias, ha sido todo un honor”, concluyó en su adiós.