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"Cada verano pienso en María, 180 veces María"

Dos personas se cogen de las manos.

Dos personas se cogen de las manos. / 123RF

Era verano, sí. Hacía un calor sofocante, aunque cuando ella, María, aparecía esto era lo de menos. Su piel, su inteligente mirada, sus labios y esa exquisita proporción que a algunos les hace especiales, que les otorga una seguridad en sí mismos inusual, todo esto lo albergaba María 'la 180 veces'.

Y es que un día me salió del alma: "María, contigo me casaba yo 180 veces, porque creo que nunca me cansaría de casarme contigo, porque deseo celebrar 180 bodas, 180 rituales distintos de 180 religiones en 180 países diferentes".

María y yo íbamos a un plan de desintoxicación, en el que ya debíamos llevar abstinentes unos seis meses, y nos sentimos atraídos el uno por el otro al instante, al menos a mí si me ocurrió, y comencé a soñar sin saber, sin ni siquiera esperar que tanto tiempo después volvería a experimentar esa sensación de amor, esa inundación de los sentidos en mi propio cuerpo. Y la primera vez que nos besamos, a mí me valió la pena lo que ha pasado en mi vida si María 'la 180' se iba a quedar.

Fue un maravilloso amor secreto. Nos escapábamos para hacer el amor, para sentir nuestros cuerpos, incluso nuestras almas, a merced de aquella parte de psiquiatras y psicólogos que se esforzaban por pillarnos, educadores que notaban que allí pasaba algo, incapaces de venir de frente, de cara.

Ese verano con María ocurrió hace dos veranos, y conservo las notas que nos pasábamos, e incluso a veces las leo y una ola de amor recorre mi cuerpo. Al final llegó el final y nuestro amor se perdió, nos lo arrancaron a tiras sin ni siquiera imaginar que ningún poder en el mundo nos podía robar lo vivido.

Cada verano pienso en María, 180 veces María.

Solo me gustaría recalcar que el amor no avisa, que no está a ninguna ley sujeto, ni por edad ni por pensamiento, que se presenta en el momento, sin advertir ni decir: ahí vengo. Es igual que sea verano, otoño o invierno, no importa que seas musulmán o cristiano moderno...

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