"Un piso vendido y un amor encendido"

Acababa de estrenarse el verano de 1996 y Montse, una joven peluquera de Horta que acababa de decidir emanciparse a sus 26 años y comprar un piso, acudió a nuestra inmobiliaria para 'hacer números' respecto al pisito que había visitado la víspera en la calle de Deià. Como solo podía dedicar el mediodía a tal gestión, la esperé y me dediqué a atenderla como a una clienta más. Pero, de repente, al dirigirme a la sala de espera para invitarla a pasar a mi despacho, el corazón se me llenó de amor y supe que no iba a ser una reunión normal. Aguantó con temple y estoicismo todas mis galanterías y derroches de vanidad por hacer de ese momento algo único.

Negociando como una profesional, logró que le rebajara 50.000 pesetas y cerramos las arras para el día siguiente. Yo insistía e insistía en si deseaba visitar de nuevo el piso con su novio o amigo especial, que no dudara en pedírmelo… pero ella repetía y repetía que era para ella sola. Mi corazón latía cada vez con más fuerza y desde aquel momento supe que la chica de la calle de Deià había cambiado mi vida.

Acompañarla al banco a negociar la hipoteca fue la excusa para estar a su lado un poco más. Hasta que a los pocos días saltó la barrera que nos tenía separados… y nos prometimos amor eterno al abrigo de las Cerillas de Can Travi Nou.

De eso ha hecho, este 4 de julio, 25 años, y el 10 de noviembre cumpliremos 20 de feliz matrimonio. Dos hijos maravillosos, ahora en plena efervescencia adolescente, han colmado nuestra vida para llenarla de más felicidad.

Sin dudarlo, el verano del 96 marcó nuestras vidas, y a partir de un anuncio clasificado de “Piso en venta ideal parejas“ nació una familia y un amor que perdura y por el que lucharemos cada día de nuestra vidas.