Políticos: El interés general, en el olvido

Un día sí y otro también, los ciudadanos nos desayunamos con una sarta de mentiras, medias verdades y engaños de nuestros dirigentes políticos, aunque, si bien es cierto que toda generalización comporta error, los ciudadanos, ya hastiados de tanta podredumbre, no nos paramos a hacer estas disquisiciones, al comprobar como de forma continuada, y no de forma personal como algunos nos quieren hacer creer, aparecen casos de corruptos en el mundo de la política y de corruptores en el mundo empresarial. Si 'todos' los políticos, y por ende los partidos, cumplieran sus programas electorales, no estaríamos en estas circunstancias actuales, que nos abocan, casi con plena seguridad, a unas terceras elecciones en tan solo año y medio, actuando cada uno en defensa de sus propios intereses o de partido, olvidándose del interés general. Y esto no es una opinión, es una constatación de hechos reales acaecidos hasta el día de hoy. Así, cuando los nacionalistas vascos, hace ya más de diez años, presentan su 'plan Iberretxe', lo que pretendían, y así se plasmaba en el mismo, era su derecho a decidir el no tener que acatar las decisiones del Tribunal Constitucional y poder realizar referéndum sin contar con el Estado. En resumen, una hoja de ruta hacia la independencia del País Vasco, Navarra y las mal llamadas provincias vascas en Francia. ¿Hoy, 12 años después, no les suena todo esto en Catalunya? Lo curioso es que el PNV, el mismo del plan Ibarretxe, hoy dice y reconoce públicamente que la independencia unilateral es imposible en esta Europa, por lo que lo que exige es algo tal legitimo como una negociación con el Estado sobre su autogobierno.

De los nacionalistas catalanes, el Sr Mas declara, “La independencia de Catalunya es improbable y en la actualidad imposible” y tan solo un mes después, da un giro de 360 grados a su mensaje diciendo, “La independencia de Catalunya es necesaria e indispensable”. ¿Cuándo dice la verdad, antes o un mes después? En cualquier caso, se trata de una estrategia de defensa personal, de defensa de la familia Pujol y, en definitiva, de una defensa a ultranza de todos los casos de corrupción que aparecen en el seno de CiU, su partido de entonces, al que ahora, consciente de lo que estaba haciendo, le cambia el nombre para camuflarlo entre otros muchos similares ya existentes, a sabiendas de que eso no era legal ni posible, por inducir a error a los electores. Pero como siempre, ¡La culpa no es suya por hacer las cosas mal, la culpa la tiene quien intenta corregirlas, el Gobierno de España! ¿Será, entre otras muchas causas, esta una más para desobedecer las leyes? ¿Pretenden la inmunidad para seguir delinquiendo y protegiendo a 'sus' delincuentes? ¿La hoja de ruta de los hoy independentistas catalanes no es una copia burda de la hoja de ruta de los vascos, pero con doce años de retraso? ¿Hacia dónde nos quieren llevar y para qué?.

Del nacionalismo españolista del PP nada que decir que no se haya dicho ya política y judicialmente: partido corrupto, financiado ilegalmente, que ha acudido a todos los procesos electorales 'dopado' por una financiación muy superior siempre a la del resto de sus oponentes; el partido, con su Presidente Rajoy a la cabeza, que más ha mentido a los españoles, que más ha robado, que más ha recortado derechos civiles... en definitiva, que más ha incumplido sus falseadas promesas electorales. Ante este panorama,¿Podemos los ciudadanos creerlos una vez más o tachamos su conducta de deleznable? ¿No tendrían que irse todos a su casa, y digo todos sin excepción, a contribuir con su trabajo al bienestar del país, como el resto de ciudadanos? ¡Al menos así se enterarían de lo que nos cuesta a los trabajadores llegar a fin de mes!