Ya hemos hablado

¿No se hace ya cuánto? En la tele dicen que 10, así que serán más. Hace ya años que hablamos, que luchamos, que algo queremos cambiar. Hemos votado y gritado, incluso nos hemos organizado y ahora no podemos parar. Somos un pueblo al unísono que pide libertad. Libertad de prensa, libertad a expensas de los que la quieren coartar, libertad sin miedo ni amenazas, sin razas, sin sexos, sin ti y sin mí.

- ¿Hablamos?  – nos dicen.

- ¿De qué? ¿De razones? ¿De naciones? ¿De lenguas? ¿De pasiones?

No, no hablamos. No hablamos de esto, hablamos de cambiar el mundo, hablamos de libertad para informarse y también para pensar, hablamos de que hable quien hable lo podamos escuchar, en definitiva, hablamos de cambiar 7 para cambiar 47 y luego 747.

Yo le hablo a mi amigo, que me pidió un sitio en Catalunya el día 1 de Octubre y a hurtadillas y en un Catalán perfecto me espetó: ¡Ànims! y el día dos me preguntaba - ¿Explícame qué es lo que realmente pasó?

Le hablo a mi madre, que me enseño a amar España (no la palabra, sino las personas) y que el día 1 de Octubre por primera vez me respondió: "Sí, he votado sí". Cómo de irracionales son los sueños, que rompió el baúl dónde llevaba las esperanzas guardadas cuando cuarenta años atrás se las vinieron a regalar, para construir uno nuevo con sus manos, con las mías y con las de tantos más que quieren soñar.

También le hablo a mi padre que con la independencia siempre había soñado, lo hemos logrado. Ya sabíamos que hablábamos de algo más, no sabíamos de qué y probablemente aún no lo sepamos, pero entre tanto algo hemos aprendido: 'No podran res davant un poble unit, alegre i combatiu!'

- ¿Hablamos?

- Ya hemos hablado.

Como un río desbordado, así es como vamos, aunque las piedras nos tiren a dar,

sin miedos ni nostalgias, sin aire ni esperanza las acaban de apalear.

Somos los sueños que, de soñar se han hartado

Somo el verso olvidado, el libro gastado, las letras de los cuentos

que a medianoche nos han despertado, y ya no nos van a parar.