Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

"Viviste mucho y tuviste un hogar feliz. Descansa en paz, mamá"

Entre todos Magdalena de Vargas Ribera

Entre todos Magdalena de Vargas Ribera

El último día que me dejaron verte en la residencia, pensé que el plazo que nos decían de 15 días se convertirían en muchos más. Te di un abrazo, lo que nunca imaginé es que sería el último. Pasaron muchos días sin verte, solo hablándote por teléfono, nos echabas muchísimo de menos. Un viernes al atardecer te derivaron al hospital con fiebre. Ya temí lo peor. Al día siguiente me confirmaron el positivo en coronavirus. El domingo no supe nada, ponerse un EPI para acercarse a ti y calmar tu ansiedad de verte sola no era posible. El lunes estabas mal, los pulmones muy congestionados, iban a sedarte. El martes se acabó todo. Cuánta rabia e impotencia de que hayas pasado tus últimas horas así, tan sola.

Entretodos

Envíanos el obituario de un ser querido que hayas perdido durante la pandemia

EL PERIÓDICO activa la iniciativa En Memoria de Todos Ellos

Te faltaban poco para cumplir 94, muy delgada, pero estabas sana. Viviste mucho, huérfana de madre nada más nacer, te criaron tus abuelos. Cuando los bombardeos de Barcelona tú, junto a unas primas, fuisteis recogidas por una misión de los cuáqueros en camiones que os llevaron de noche en un peligroso viaje a Francia, a un castillo donde un matrimonio de pastores protestantes, que recuerdas con inmenso cariño, recogían a niños que huían de la guerra. Os dieron de comer y la señora lloraba al veros abalanzaros sobre los panecillos tiernos. Fueron días felices, ibas a la escuela. Tu prima y tú, inseparables, conocisteis a unos aviadores republicanos españoles que se reponían de sus heridas de guerra, uno se llamaba Miguel Zambudio. Empezaron a llegar al castillo niños judíos que huían de los nazis, también jugaste con ellos. La invasión nazi forzó el regreso a Barcelona. Saber francés te vino bien para encontrar trabajo. Te casaste con papá, que estudiaba para pastor protestante, y te fuiste con él a Ginebra por sus estudios de Teología. Diversas ciudades configuraron después el periplo de tu vida en un hogar feliz, con mi hermano y yo.

Te quedaste viuda hace 12 años. Llevabas mal lo de vivir sin él. Pronto tus cenizas estarán junto a las suyas. Juntos, para siempre.

Participaciones de loslectores

Másdebates