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Temiendo que al final los que paguemos la polémica seamos los que usamos la bici para traslados (esto es, los propietarios de bicicletas particulares y los usuarios del bicing) creo importante recordar que el problema no es que existan vehículos de dos ruedas de tracción humana sino cuántos hay circulando por la ciudad. Y los que hinchan la estadística y con ella las molestias a peatones son los tours de cinco o diez turistas en bici siguiendo al guía, las familias que rentan una para cada uno de sus miembros... Y sobre todo los patinetes y demás ingenios eléctricos que circulan a toda velocidad y que resultan también molestos a los ciclistas urbanos. En Ciutat Vella, local que se queda vacío, local que es ocupado por una agencia que alquila todo tipo de ingenios para desplazarse. Póngase coto a estos negocios, habilítense más carriles bici (por ejemplo es imposible ir de la Barceloneta a Plaza de Catalunya sin mezclarse con coches o peatones) y lo de saltarse los semáforos en rojo será irrelevante.